Yang Lyn es una empresaria joven con 31 años en un mundo de tanto dinero y poder, un día conoce a Hwang Hyunjin, un bailarín exótico popular de un club exclusivo privado en Seúl teniendo 20 años y ambos se casan teniendo una infinidad de problemas e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Advertencias: +18
¡FLASHBACK!
CASA DE LYN HYOON
Aquellos sonidos obscenos en esa habitación hacia que Hyunjin se perdiera en gemidos porque estaba su esposa succionando su miembro como una paleta junto a esa mano que lo masturbaba en esa ducha.
Él amaba que lo chuparan hasta dejarlo sin aliento, le gustaba ser maltratado e insultado en la cama porque le da placer desde que nunca baja sus altas expectativas con su mujer.
Él empieza a dominar cuando quiere que ella se lo chupe más rápido, agarre su cabello de una coleta y hace que la boca de ella sea arruinada pero más la garganta donde chocaba en su punte más dulce y placentero.
—Ahhh! Más!! Estoy que me vengo!!—dijo y eso hace que al llegar a ese orgasmo, él tira toda su esencia haciendo que Lyn se lo trague, dejando su esencia en las comisuras de su boca.
Dios mio, una imagen perfecta para un momento tan sexual.
De allí, la besa en ese estado y ella de nuevo empieza a tomar mi miembro para que otra vez se ponga duro.
Los besos descontrolados e intensos de mi vida es con ella.
Ambos desnudos con ganas inmensas de follar.
Y de ahí, hago que ella se voltee y yo pueda tocarle todo su cuerpo.
—Hyun, más...tócame más!—dijo ella sonriendo de excitación.
—Como ordenes, bebé.—decía yo.
Le hacía sentir mi miembro en su trasero pero que empecé a chuparle el cuello, dejando que su cabello esté por otro lado para darle besos allí hasta en su oreja donde le estiro con mis dientes.
—Agh...así —dijo ella extasiada.
Encontrando uno de sus puntos sensibles, la veía morder el labio mientras mis manos manoseaba sus senos.
De ahí, la agarre de las caderas y amo todo de ella, joder.
Ella no era tonta, se movía para crear más fricción en mi miembro y se endurezca más de lo que está.
Su delicioso cuerpo es perfecto para mi.
Luego, le hice sentir mi miembro frotando su parte intima, despacio y haciéndola enloquecer de placer.
—Mmh...mi amor! Ah que rico sentirte!—dijo perdida en la locura conmigo.
-Lo se y quiero follarte duro, mami-dije con voz sensual y grave en su oído.
Ella cae ante mi como una loca y eso me encanta.
-Si, amor.-dijo ella. Amo cuando se pone tan débil ante mi.
De allí, levante un poco más su cadera quedando sus manos contra la pared y entrando en ella para que la embista duro.
De a poco, paso a paso, despacio y suave, sintiendo el sonido de nuestros jugos porque estamos muy dementes de poder sentir como me la follo duro.
