Yang Lyn es una empresaria joven con 31 años en un mundo de tanto dinero y poder, un día conoce a Hwang Hyunjin, un bailarín exótico popular de un club exclusivo privado en Seúl teniendo 20 años y ambos se casan teniendo una infinidad de problemas e...
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YANG LYN HYOON
Una semana después, él volvió a casa por mi petición, pedí unas vacaciones para que Chan me haga esos días que voy a faltar por arreglar este asunto.
Hyunjin estaba molesto conmigo nuevamente, si, seguía discutiendo sobre el tema de dejarlo ahí sufriendo ese día.
—Entonces, ¿Qué piensas hacer, Lyn? Ya con solo verte, me das náuseas!—dijo y eso me dolía.
—No deberías hablar tan así, Hyunjin—dije subiendo el tono de voz.
—No? Ah, no recuerdas nada ahora?—pregunta sarcástico.
—¿sobre que?—pregunté haciéndome la tonta.
—¿Por cómo me tratabas? Todo como que soy un robot para ti.—dijo serio.
—Hyunjin, no todo es así, quiero lo mejor para ti.—dije sincera.
—¿Lo mejor?—pregunta con una mirada de enojado.
—¿Quién te hizo cambiar de opinión otravez?—pregunté de brazos cruzados.
—Nadie, solo yo.—dijo.
—Me engañaste con otra mujer y yo nunca hice eso para ti.—dije y era verdad eso.
—¿Y? ¿Acaso eso importa? No! Es mi puto problema porque nuestra relación es una mierda tóxica.—dijo.
No supe más que decir.
Le entregué unos papeles que tenía en mi escritorio.
—¿Qué es esto?—pregunta tomando el sobre.
—Firmalo! Es el divorcio!—dije sincera.
Él no podía creerlo.
—¿Es de verdad?—pregunta asombrado.
—Si, firmalo! Haz con tu vida lo que quieras pero no vas a quedarte con nada lo que te dí! Solo quedarás con tu parte independientemente. No vas a trabajar más en mi empresa y denegó las acciones que estabas teniendo como mi esposo.—dije sincera.
Esto me duele sinceramente.
Mi corazón está en un duelo ya.
—No puedes hacerme esto, tú sabes que no! Osea, no me dejes sin nada.—dijo suplicando.
—Firmalo! No quiero lidiar contigo ni con los problemas a futuro! En fin, ninguno va para un buen camino y solo quiero que te vayas de mi vida ahora después de todo, si te ame pero tú no, perdóname si no te di lo que necesitabas y a pesar de todo, te conté la verdad de mi comportamiento, aún así no fue suficiente para ti, duele si pero es mejor que haya una despedida.—dije sincera y él solo escuchaba.
De la nada, empezó a llorar y a suplicar.
Disculpa pero debo dejarte que te ataque los lobos después de todo, no podemos estar juntos.
