𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨

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Jay no estaba pensando mientras le subía la camisa, mientras veía a Jungwon ruborizarse, mientras sus manos recorrían su vientre plano. El gimió y lo atrajo otra vez a su boca, y puso sus manos en el pequeño trasero de su Wonie. Cuando le tocó su trasero y lo acarició con suavidad, Jungwon se arqueó bajo él soltando otro gemido. Sus pequeñas manos fueron directamente al cinturón de su pantalón, y entonces como una luz, la mente de Jay volvió a ser consiente de los actos de su cuerpo. Se separó bruscamente de sus labios y se sentó en la cama, poniéndose la polera.

—¿Estás loco? —le preguntó. Estaba tan agitado, le costaba hablar. Lo miró, Jungwon con ojos de deseo, con sus labios rojos e hinchados, arreglándose la camisa. —No, olvida que pasó esto. Estás borracho.

—Hyung... —dijo Jungwon aún con deseo. Su voz sensual y atrayente excitó más a Jay, quien cerró los ojos fuertemente y respiró un montón de veces para no caer. —No te alejes, la estaba pasando bien.

—No, así no —dijo Jay finalmente. Jungwon no dijo nada, pero se quedó en la cama y le dio la espalda. Trató de no tomarlo en cuenta, y fue al baño. Necesitaba relajarse y bajar las revoluciones. Estaba tan excitado y descontrolado, no sabía como fue capaz de detenerse. Se miró al espejo, sus labios rojos e hinchados, sus ojos brillosos, su frente tenía gotitas de sudor mientras que sus cabellos estaban totalmente desordenadas. Se mojó la cara, pestañeó varias veces. Tuvo que pasar un largo rato en el baño esperando que su cuerpo se relajara. Ya saben, se le notaba mucho la excitación aún.

Cuando por fin pudo salir, Jungwon se había dormido.

—Gracias a dios —susurró Jay. Lo miró, se veía tan bonito durmiendo. Sus labios seguían tan tentadores, rojos e hinchados, recordó como lo besó, la forma en que lo hizo sentir se mordió los labios, se acercó a él y presionó sus labios contra los de él.

Jungwon no hizo nada, solo siguió dormido. Jay suspiró largamente y sonrió. Entonces tocaron el timbre, alarmado corrió escaleras abajo, ya un poco menos mareado, y abrió.

—Hey bro, ¿Cómo estás? —Ni-ki le sonreía despreocupado.

—H-hola —dijo nervioso. Ni-ki se percató de inmediato.

—¿Te interrumpí? —preguntó mirando la botella de vodka vacía, con los dos vasos. Jay se rascó la cabeza, nervioso.

—Eh no, pasa —dijo Jay, Ni-ki era uno de sus mejores amigos, pero tampoco sabía sobre cuanto amaba a Jungwon, nunca quiso contarle, sentía que era patético.

—Jay Hyung, de verdad, si hay una chica arriba yo me voy —dijo Ni-ki riéndose. Jay miró hacia todos lados. —Espera... si hay una chica ¿no?

—Yo... —el cuerpo de Jay estaba tenso.

—Tus labios —dijo mirándolo de cerca —Están hinchados ¿a quién te estás tirando? Hueles an alcohol —se burló Ni-ki.

—A... nadie, no me he tirado a nadie —dijo Jay, en cierta parte era cierto.

—Espera... —Ni-ki miró un bolso encima de la mesita.

Sonrió travieso y miró a Jay, quien quitó el bolso de golpe, pero no pudo evitar que la billetera cayera al suelo. Ni-ki fue más rápido y tomó la billetera, la abrió y vio la identificación de Jungwon. Abrió los ojos de par en par, lo miró de la cabeza a los pies. —¿Jungwon? ¿Yang Jungwon?

—Shh... —pidió Jay —Está durmiendo, está borracho.

—¿Lo emborrachaste? Que pervertido por dios Jay, es un chico —lo fulminó con la mirada.

—No saques conclusiones Ni-ki —lo amenazó con la mirada también.

—¿Qué no saque conclusiones? Jay, estás sudado, labios hinchados, pasado an alcohol, y ni siquiera sabes ponerte bien el cinturón —lo miró.

𝐔𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐅𝐀𝐂𝐄 ꩜ 𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍 ᰔᩚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora