Charming Cellmates

Capítulo II - La celda 324

[Choi Han, celda 323, 23:05 PM]

[Día 1]

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Choi Han jamás creyó que algún día sería prisionero de White Star.

Se supone que Choi Han era el héroe, y siempre, el héroe ganaba. El héroe nunca perdía porque si de otra manera fuera, el villano sería el protagonista.

Las circunstancias hacían ver que La Estrella Blanca había ganado.

¡Pero sólo era temporal...!

Si, siempre era temporal.

'No puede ser permanente, tengo todo un Reino bajo mi cuidado, no puedo dejarlos atrás... No debo ni puedo dejarlos atrás.'

Choi Han estaba obligado a proteger. No había derecho a objeción en ello.

Los débiles, fuertes, hombres y mujeres, niños y niñas, siempre lo verían como un héroe.

Debe actuar como tal.

Debe suprimir sus ideales, para cumplir los ajenos.

Clank

Todavía le era difícil creer que hubiera sido capturado así de fácil.

Tap, tap...

Su río de pensamientos fue cortado por pasos inminentes. No se escuchaban cadenas, lo que significa que esos pasos no eran de ningún recluso.

¿Qué hacía uno de los secuaces de White Star aquí?

¿Venía a encarcelar otra persona inocente?

¿Venían a torturarlo?

Para su sorpresa, solo la segunda suposición fue medianamente correcta.

Venían a torturar, pero no a Choi Han. Venían a torturar a la persona a su derecha, la celda 324.

—Sal de ahí, mocoso!

Ruidos metálicos y golpes eran escuchados por todo el recinto.

...Al igual que jadeos sin aire y sonidos leves de dolor.

—B-Bastard...o.

Choi Han reconoció esa voz. Una vena empezó a sobresalir de su frente.

Aún tenía rencor.

—Sigue llorando, eso no causa ningún efecto en nosotros.

El tipo empezó a reírse como desquiciado. Más golpes fueron escuchados.

Choi Han aún no superaba lo que dijo el pelirrojo, si, pero tampoco desearía que golpearan al chico. Ese borracho tal vez es una basura, pero sigue siendo humano.

Un humano el cual debido a que fue consentido desde cuna, no sabía pelear, lo que significaba que no sabía defenderse.

Lo que significaba que Cale Henituse, el bastardo basura, podría morir si seguía a este ritmo.

Gracias a un agujero de la pared podía ver un poco de la celda de al lado y la vista definitivamente no era agradable.

Había una piscina de sangre. Al parecer los golpes a puño y patadas no eran lo único que estaban utilizando.

Podía imaginar lo que estaba pasando gracias a la cara completamente horrorizada del recluso al frente de la celda de Cale.

—U,ugh! Ahmn-!

Ahora los quejidos eran amortiguados por la mordaza que le habían puesto.

Ojala esto acabe pronto. Tanto como para ese punk como para él.