Sangre fría: El precio de la venganza

52 6 4
                                    

"Me dicen la "serpiente cascabel", ¿saben por qué? Les voy a contar una pequeña historia de por qué me dicen así. Todo empezó cuando tenía 15 años. Mis padres me hicieron una gran fiesta por todo lo alto. Por supuesto, invité a mis mejores amigas, Clara y Sofi. Más que mi fiesta de cumpleaños, ahí iba a conocer a mi prometido. Era algo arreglado entre las familias de él y la mía. Cuando él se acercó a mí para conocernos, mi padre apareció borracho interrumpiendo nuestra presentación. Me agarró del brazo y me subió a mi habitación. Cuando llegamos al cuarto, dijo que ya era hora de saber la verdad. Él dijo que no soportaba ver ningún hombre cerca de mí, que nadie me merecía. Pensé que me estaba cuidando como padre, pero cuando vi sus verdaderas intenciones, cuando empezó a desabrocharse el pantalón, me asusté. Pedí ayuda y nadie me escuchó. Pero cuando mi madre llegó al cuarto y vio la escena, no hizo nada por detenerlo. Al contrario, cuando él terminó, dijo que yo era una zorra por robarle su marido y me llenó de golpes por todo el cuerpo. Ya no conocía a mi familia y tenía asco de mí. Me lavaba el cuerpo hasta que la piel se me pusiera roja.Y desde mis 15 años, sabía que mi familia era una traición, una mentira, un engaño.... Y esa imagen, heridas en mi cuerpo y absolutamente todo se quedó en mi piel y mente hasta los 18 años, tres años de sufrimiento, tres horribles años que sufri y aguante. Mi familia eran mafiosos, y yo solo era una ingenua niña que los miraba y iluminan mis iris al verlos. Así fue mi vida hasta los 18 años. Ya me daba igual lo que pasara conmigo. Por ese tiempo descubrí que mis padres pertenecían a la mafia. Entonces un día se descuidó y dejó la pistola cerca de mi alcance. La tomé y disparé sin piedad. No me arrepentí, sentí un alivio en mi corazón. Escondí el cuerpo en el cuarto de mi madre para cuando ella llegara. Ella acostumbraba a llegar tarde a la casa, se iba por ahí a clubes, tomaba y llegaba a la casa borracha. Hoy fue diferente, llegó tarde y no tenía ni una gota en el sistema. Yo estaba en la cocina cuando sentí que ya llegó; entonces subí al cuarto y la sorprendí llevando un cuchillo. Ella iba a sufrir todo lo que me ha hecho. Cuando subió al cuarto sin saber lo que le esperaba, empecé yo a llamarla con voz angelical, pero ella solo temblaba de miedo.

- Madre, madre ¿te gusta la sorpresa que traje a tu habitación?

- Sasha ¿qué has hecho? Eres un demonio sin corazón.

- Mamita, no te hagas la inocente, por lo menos no conmigo. ¿Crees que no sé que ustedes son mafiosos? Que ya han matado a más personas inocentes... ja, no me hagas reír.

- ¡Nooo! Sasha, disculpa es que me equivoqué pero podemos arreglarlo. Fue tan desgarrador que me sentí satisfecha.

- Sabes madre qué bueno que te arrepientes pero... - hice una pausa mientras encendía la luz

- yo no me voy a arrepentir de lo que te voy a hacer. La amarré de la cama al lado de ese señor que ya se ha muerto y llame uno de los guardias y le dije que le hiciera lo mismo que me hicieron a mí.

- ¿Te gusta mamá?

- ¡Noo! Por favor Sasha dile que pare.

- ¿Por qué debería hacerlo? No recuerdo que cuando yo te lo pedí que hicieras algo.

Después de un rato observando tal escena no me sentí satisfecha esta vez; a dos hombres para que hicieran lo mismo que el primero. Cuando terminaron me sentía inconforme entonces pasé a torturar lentamente hasta que murió por falta de sangre. Después tomé cartas en el asunto; me volví de la mafia igual que mi padre: traficaba armas, drogas y lavado de dinero en las grandes empresas que él tenía; matar se volvió mi deporte favorito en las noches. Me gustaba asustarlos primero en la oscuridad advirtiéndoles que estaba ahí y en cualquier momento terminaría con su insignificante vida. Un día vino mi mejor amiga de visita y nos pusimos a charlar de todo lo que yo hacía: mi rutina por la noche y todo. Me gustaba contarle cómo terminaba con su vida hasta que me dijo que me parecía a la serpiente cascabel advirtiendo sobre el peligro que corría; me dio gracia al principio pero ese mismo día mi amiga tuvo un accidente automovilístico; ese mismo día me sentí tan mal entonces para recordarla mandé hacer un collar con un dije en forma de corazón con un cascabel y una foto de ella detrás del mismo; lo llevaba en cada misión por la noche.

!!Holaa¡¡ Lectores estoy empezando hacerle algunas modificaciones a la historia ya que me he dado cuenta que hay espacios en blanco y sobre algunas partes que no tiene lógica también le quiero agradecer a LauraB373829 por ayudarme arreglar la historia

Sangre fría: El precio de la venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora