Capítulo I: Bell Cranel

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El sol resplandece en todo Orario por la mañana, haciendo que a su vez, los comercios se vayan abriendo, los comerciantes partan o abran sus puestos, la gente se despierte, los aventureros se levanten para ir al Calabozo.

Todo eso causaba la luz que transmitía el sol, algunos molestos debido a la resaca de la noche anterior, y su descontrol con la bebida, como una Diosa experta en mentir y bromas...

Bell, el chico ya se había levantado hace media hora, se duchó y salió en busca de una Familia, tocando de puerta en puerta, aún así sin suerte, alguna que otra Familia le ofreció para ir al Calabozo con él, aunque no se dejó engañar, debido a el verdadero sentido malicioso sobre esa oferta: tenderle una trampa, dejarlo sin equipo y en algún piso profundo para un aventurero recién iniciado, soltandolo a su suerte, su abuelo se lo advirtió, "el ser humano es impredecible".

[...]

Después de una tarde buscando Familia sin lograr su cometido, Bell desistió, compró algo de comida para llevar a su habitación, así tendría algo con lo que acompañar su lectura sobre los primeros pisos del calabozo.

El chico llegó a su habitación, entró y dejó la comida en la mesa de luz, agarró el libro, y se recostó sobre la cama mientras le daba un bocado al pan que compró.

[...]

— ¡Que brillante! ¡Me encanta! — Exclamó una Diosa observando desde un orbe una alma muy brillante, pura en su totalidad, con un resplandor plateado, exceptuando por una pequeña mancha, casi imperceptible por el brillo plateado que desprendía, esta imperfección, "Hybris", era una pizca de negro, que se tenía en plata por momentos, logrando que quede perfecta el alma del joven de ojos carmesíes.

— Ottar, ve a buscarlo, quiero conocerlo, quiero hacerlo mío — Decía la Diosa mientras se mordía una uña.

— Freya-sama, no creo que sería correcto llevar a cabo su solicitud, el chico no sobreviviría ni un día estando en Familia Freya — Ottar fue fuerte y conciso con su respuesta, dándole consejo a su Diosa sin faltarle el respeto al cuestionar su solicitud.

— Quizás y tengas razón Ottar, bien, no lo haré, pero lo ayudaré a crecer, jejeje — La Diosa se mordía un labio mientras sacaba una carcajada ahogada...

[...]

— Asi que Bell Cranel... Qué será que le llamó la atención a Loki al traer ese afiche, es... estúpido darle tantas vueltas — Pensó para sí mismo Finn Deinme, héroe de los pallums.

— Tengo que preparar la expedición, no puedo pensar en cosas triviales, soy el Capitán después de todo, tengo que estar a la altura — Cómo si de un tercero se tratase, se exigió así mismo.

[...]

Time Skip - 5 Días...


Bell se dirigía al Gremio a dar su prueba para ingresar a la Dungeon, sin Familia ni Falna, pero por lo menos lograría algo de ingresos para así sustentar todos sus gastos.

— Eina-san, vengo a dar la prueba para el Calabozo.

— Claro, Bell ¿no has conseguido Familia todavía, no?

— Sí... — Se lamentó el chico cabizbajo.

— Tranquilo, no es totalmente necesario para el piso uno y dos — Eina hizo una pausa - Ven por aquí, vamos a un lugar más silencioso para dar tu prueba.

— Claro.

[...]

— Bien, has aprobado Bell, tienes dos preguntas incorrectas, pero son de estructuras de pisos más inferiores, el noveno y décimo, como todavía no has entrado y tampoco tienes Falna, te doy permiso hasta el segundo piso — Eina-san lo declaraba oficialmente Aventurero en el Calabozo de Orario.

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