Capítulo 8

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Rai

Un mes después...

Como me encantaría decirle a la cara lo enamorada que estoy de ella, ya es muy obvio, pero nunca se lo he dicho directamente. Es que... Ugh! Sé que han pasado muchas entre las dos, demasiadas de hecho, pero aún no tengo la certeza de que Alondra quiere estar al 100% conmigo y eso me rompe ¿Y por qué lo digo? Bueno, en estas semanas todo ha sido una mezcla de cosas muy confusas.

Muchas veces intento acercarme más a ella, demostrarle mi amor con cariñitos y palabras un poco cursis, la cosa es que la mayoría de las veces ella siempre me mira de una forma como si le incomodara que le dijera ese tipo de cosas o las ignora, entonces de ahí me hecho para atrás. En ocasiones es todo lo contrario, ella es la cariñosa, me busca en abrazos escondiendo su rostro en mi cuello, lo que me encanta, me dice cosas que me llenan el corazón y demás. Desde entonces no ha sucedido nada más, me refiero a besos o a ir más allá; la verdad no he intentado volver a besarla ya que por sus actitudes me aterra la idea de que la intente besar y me rechace, y así nos hemos ido todas estas semanas.

Ahora estamos afuera de la choza, yo estoy de pie mirando a Alondra poner a Koki en suelo para que tome el sol mientras le sonríe con ternura. Se ven tan lindos, Dios mío. Eso me recuerda la vez que ella lo saco y como ese día no había dormido muy bien se quedó dormida sentada en el suelo y apoyada en la pared de la Choza y cuando vengo verla veo a Koki también dormido a su lado, yo casi me muero de la ternura que me causaron. Debo decir que estos se han convertido en unos de mis mejores momentos junto a Alo.

- Eso es, quédate ahí - le dice a Koki mientras se sienta en el suelo - Rai ven - golpea la zona libre que está a su lado y como una tonta me siento rápidamente junto a ella.

- Me encanta estar así contigo - pongo mi cabeza en su hombro sin alejar mi mirada de su rostro somnoliento.

- A mi también - dice con suavidad mostrándome su linda sonrisa. Entonces aprovecho para irme acercando lentamente, pero en el momento que nota mis intenciones recibo un fuerte empujón de su parte alejándome completamente de ella, hiriendo por totalmente mi interior.

- ¿¡Por qué me empujas!? - le grito mientras me levanto y ella hace lo mismo.

- Baja la voz Rai - dice mirando hacia los lados.

- Ahhh. Es eso ¿No? - le reprocho - Sé que no quieres que nos vean de esa forma, pero no tienes ningún derecho a tratarme así

- Perdóneme Rai es que...

- ¡No! Ya estoy harta de que siempre me digas lo mismo, en todo este tiempo ha sido así y te juro que me siento agotada y horriblemente dolida por la forma en la que a veces me tratas. Por favor Alondra - la tomo del brazo - Dime ¿Quieres esto? ¿Quieres que esto suceda?

- ... No lo sé Rai...

Con solo escuchar su respuesta, la misma puta repuesta de siempre me alejo de ella y me voy lo más lejos posible, después de recoger algunas de mis cosas, ignorando por completo sus llamados y súplicas. Dolida y con mis lágrimas inundando mis ojos camino por la calle esperando a que mi papá aparezca y me saque de aquí. Yo se lo que es sentirse encerrado y temer que los demás descubran las cosas que hago o que pasan por mi mente, yo la entiendo perfectamente, pero es que ya no somos una niñas, ya hemos vivido muchas cosas para andar en estas. En este punto daría todo para que ella enfrente sus miedos y me haga suya, más de lo que ya lo soy.

Cuando veo el carro de mi papá estacionarse me subo lo más rápido que puedo en la parte de atrás, para así evitar que vea lo rojos que están mis ojos. Durante el camino hay un momento en el que él detiene el coche cerca de casa y se baja. Confundida quito las lágrimas que aún siguen cayendo y miro lo que hace, que es abrir la puerta que está a mi lado y sentarse junto a mi. Y sin decirme nada me abraza. Al caer en cuenta de lo que acaba de hacer el llanto que habia guardado en mi interior salió, salió como nunca había llorado, todo mientras el caricia mi cabello.

- ¿Hija que sucede? - me pregunta en un tono preocupado, pero no respondo - Por favor dimelo

- Es Alondra, siem- siempre es ella... - me aferro más a él.

- Lo suponía... Yo quiero hacerte una pregunta - me aleja de él para que lo mire - Y quiero que seas completamente sincera conmigo

- ... - asiento con la cabeza.

- ¿Que sientes por Alondra? - ay Dios...

- Yo... - suspiro - Yo amo a esa mujer Dios mio, la amo como nunca había amado a alguien

- ¿Y ella te ama de las misma manera?

- ¡No sé! A veces parece que si y otras que no, me confunde demasiado y cada vez es más doloroso. En serio quiero estar con ella, no sabes cuánto

- Ay hija, dale tiempo, seguramente este tema es muy complicado para ella, al igual que lo es para ti. Mejor entremos y comamos helado ¿Te parece?

- ... Jaja esto no lo esperaba de ti, gracias por apoyarme en esto, eres el mejor en serio, - lo abrazo.

- Lo sé jajaj






































Natix🌼

Coquette - RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora