Capítulo 11

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Alo

- Hmm~ - jadeo cuando saca sus dedos de mi interior.

- Cierra los ojos y no los vayas abrir

Lo único que logro escuchar son los pasos Rai ir de un lado a otro en la habitación, como rebusca entre nuestras cosas y vuelve a la cama. No puedo identificar lo que está haciendo exactamente y eso me pone nerviosa. Cuando escucho un quejido de su parte, amago para abrir los ojos, pero ella me da un pequeño golpe para que no lo haga.

- Okey... - abre mis piernas y se ubica entre medio de ellas..

- ¿Que quieres hacer? - pregunto un poco impaciente.

- Nada que no te vaya a gustar, solo necesito que te relajes

- Me asus- ¡Ay! ¿Qué es eso? - digo al sentir como un líquido frío cae en mi entrepierna.

- Shhh - empieza a esparcirlo por mi centro para al final meter sus dedos y sácalos de nuevo.

De un momento a otro los jadeos de Rai se hacen presentes junto a un sonido muy obsceno y ¿Viscoso?. Lentamente abro mis ojos y me encuentro a Rai masturbándose con un dildo, de una forma tan sensualidad que es hipnotizante. La forma que tiene nunca la había visto es como si una parte estuviera dentro de ella y la otra pues... es la que está sosteniendo firmemente de arriba hacia abajo. No puedo creer lo exitante que es verla hacer eso, es demasiado para mí.

- Puff - se detiene y al poner su mirada sobre mí, noto lo dilatadas que están sus pupilas y lo aterradora que la hace lucir; ahora sí tengo miedo.

Sin dejarme decir ni una palabra me toma de la cintura me pone sobre ella dejando hábilmente el juguete justo en mi entrada. No sé cómo reaccionar ante esto, siento miedo por si me llaga a doler, pero a la vez me mata la curiosidad de como se pueda sentir.

- ¿Lista?

- ... - lo pienso - Sí...

Es solo decir mi respuesta y Rai empieza a deslizarlo con mucho cuidado dentro de mi mientras con una mano sostiene mi cintura. Lo que mis sentidos están experimentando son tantas cosas que no sé en cuál concentrarme. Lo único que hago es tomar la mano libre de Rai y sostenerla con fuerza, que aunque el placer reina en este momento de igual forma duele.

- Mierda~ - musito cuando gracias a la posición entra por completo - Bendito sea el lubricante

- Hm, si... Bendito sea

Sé lo que ella está esperando y me apena demasiado hacerlo así que pongo mis dedos en sus ojos y los cierro para que no me mire.

- ¿En serio? - ríe.

- Sí y cállate

Al responderle empiezo a mover mis caderas de adelante hacia atrás. Ugh, esto muy placentero, wow, podría ser incluso adictivo. En la habitación solo se escuchan mis jadeos y los pequeños quejidos de Rai, pero cuando Rai empieza a mover su pelvis embistiéndome con dureza hace que el "silencio" desaparezca con nuestros gemidos y golpeteos. Lo hacía tan duro que me hace aferrarme a ella en un abrazo, siendo yo la que se mueve ahora. Lo que hace que las dos lo hagamos a la misma vez.

- Ay Alondra... - gime.

Sin detenerme Rai suelta un ruidoso gemido indicándome que había terminado y por impulso me penetró de una forma tan fuerte que de mi sale algo que me bloqueó por completo, Squirt....

- ¡¡Mmm!!

...

Son las 11 de la mañana y aún no puedo mirar a Rai a los ojos sin apenarme, y ella tampoco ayuda mucho con sus risitas tontas. Hoy nos despertamos con un dolor en el cuerpo así que tuvimos que tomar pastillas ¡Pastillas! lo que en serio me hace sentir como una pervertida.

Coquette - RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora