Al amanecer del otro día...
-Inuyasha!!!- Shippo y Rin fueron corriendo hasta el hanyou al verlo llegar a la cabaña donde estos estaban esperándolos con Jaken- ¿Ya termino?
-Si...Shippo ya termino
-Señor Inuyasha ¿Por qué estuvo llorando? - preguntó Rin
-Es que...
-Inuyasha...- el mencionado volteo para ver a Kikio- Yo lo hare
-Si- Kikio miro a los niños
-Chicos, Aome les dijo algo ¿el día de ayer?
-Mmm jugamos todo el día, oh si nos hizo prometer que cuidáramos y obedeciéramos al amo Sesshomaru como si fuera nuestro padre...- comentó Rin
-Y que nos amaba mucho, pero porque...- en eso el pequeño zorrito logro comprenderlo todo, sus ojos se llenaron de lágrimas- No...
-Shippo que tienes...- preguntó Rin preocupada cuando queda helada al ver a lo lejos a Sesshomaru caminar con el cuerpo de Aome en sus brazos... sus ojos se llenaron de lágrimas, Sesshomaru al pasar por su lado no dijo nada ni se detuvo, solo continuo su camino- MAMÁ!!!! ...- Rin quiso correr detrás, pero Kikio la abrazo impidiéndolo e Inuyasha hizo lo mismo con Shippo, no por que no quisieran que los niños la vieran, si no por que la bestia de Sesshomaru esa mañana fue quien tomo el control de todo y no permitía que nadie se acercara al cuerpo de Aome. Ese día realizaron el funeral de Aome, fue vestida con las mejores telas que pudieran existir, fue peinada dejando su cabello suelto como acostumbraba a llevarlo, su cuerpo fue puesto en un ataúd de cristal lleno de flores
-Sesshomaru...- Inuyasha llegó al jardín donde estaba su hermano- Todo está listo
-Hmm...- sin decir mas Sesshomaru se fue, entro al salón donde se encontraba Aome, los niños estaban allí junto con los demás, todos habían ido a presentar sus condolencias por la señora de Oeste, pues asi es como Sesshomaru la presento ante todos cuando regreso con ella el día anterior.
El tiempo paso, ocho lunas y todos poco a poco superaban la perdida de su querida amiga, podría decirse que todo volvió a la normalidad, pero no era asi para todos. Durante todo este tiempo Sesshomaru visitaba la tumba de Aome, la cual se encontraba detrás de la mansión en un extenso claro lleno de flores, en donde Aome y Rin acostumbraban a ir cuando la joven visitaba a la niña, era un lugar tranquilo y relajante.
-Padre...- Rin y Shippo entraron al despacho de Sesshomaru, durante este tiempo ambos niños aprendieron a querer al Inu como un padre, y como le habían prometido a su madre siempre estaban con el acompañándolo y queriéndolo, para Sesshomaru fue un gran apoyo, incluso su madre lo visitaba mas a menudo y también Inuyasha cada cierto tiempo el hanyou iba a ver como estaba todo, era como si la muerte de Aome los hubiera unido mas como hermanos
-¿Qué pasa?
-Podemos acompañarte a ver mamá hoy? Ya terminamos nuestras clases
-Hmm esta bien, vayan a prepararse
-Si...- rato después Sesshomaru y los niños fueron caminando al lugar donde estaba Aome, al llegar...
-Hola madre! - Rin y Shippo se acercaron a la tumba dejando cada uno sus flores, Sesshomaru solo subió al árbol que daba sombra a la tumba, estuvieron un largo rato, al caer la noche regresaron a la mansión, Sesshomaru regreso a su despacho encontrando allí a su madre
-¿Qué haces aquí?
-Solo vine a verte, estuvieron mas tiempo de lo normal tus invitados ya estan en sus habitaciones- comentó Irasue mirando por el ventanal sin voltear- ¿Cómo te sientes?
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Me sacrifique por que Te Amo
FanfictionSacrificarse por amor.... puede ser una gran maldición.