Our Secret |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠

Prólogo

           Eunmi (diez años de edad):

—¿De verdad no puedo salir a jugar? —miro a la señora que se encargaba de cuidarme cuando mis padres no estaban en casa.

—Pequeña Eunmi, el día está un poco nublado y puedes enfermarte. Sabes que te enfermas con mucha frecuencia ¿cierto?

Hago un puchero cruzando mis brazos y miro hacia el cristal que mostraba hacia fuera y realmente el día estaba muy feo.

—Hoy está nublado, ¿pero y los anteriores días? —continúo—. Nunca puedo salir.

—Ya hablamos de esto, ¿recuerdas? —la señora Mun capta mi atención—. Te enfermas con facilidad, los cambios de tiempo no te hacen bien y no quieres volver a estar en el hospital de nuevo ¿cierto?

—Al menos en el hospital me divierto más. —Murmuro con el peluche de osito entre mis manos y la escucho a ella dejar ir un suspiro.

—¿Tienes hambre? ¿Quieres que te prepare un sándwich?

Me encojo de hombros sin mucho interés.

—Bajaré a preparártelo, espera aquí.

Ella sale de la habitación e inflo mis mejillas dejando el peluche a un lado para bajarme de la cama y acercarme al gran ventanal. Intenté abrirlo pero se encontraba cerrado.

—Cómo siempre... —añadí en voz alta.

Desde mi cuarto se podía ver la entrada principal de la casa. Alcé un poco mi cabeza viendo como dos autos entraban. Eran mamá y papá. Sonreí ampliamente y sin siquiera ponerme las pantuflas salí corriendo de mi cuarto bajando las escaleras a pasos rápidos y corriendo hacia la puerta para abrirla con emoción. El primer auto ya se había detenido y cuando salgo mi papá bajaba de este.

—¡Papá! —exclamo corriendo por encima del césped hacia él.

—Oh, Eunmi. ¿Qué haces descalza? —camina hacia mí en seguida para alcanzarme y elevarme en sus brazos—. No hagas eso, puedes enfermarte.

—Estaba muy aburrida —lo abrazo por el cuello.

—¿Y terminaste tus tareas como para estar aburrida? —pregunta mi madre acercándose para besar mi mejilla con cariño. Hago una mueca.

—Hacer tareas es aburrido.

—No me digas —cruza sus brazos sorprendida con mi respuesta—. Más te vale que cuando suba y las revise las tengas listas.

—No las entendí, así que no pude hacerlas.

—¿En serioo? —me analiza con cierta sospecha y abrazo a mi padre haciendo que ambos rieran ante mi notable descaro.

Mis ojos se desvían curiosamente hacia el otro auto. Un hombre que no recordaba haber visto abría la puerta del asiento copiloto para mi hermana.

—Fue divertido ¿cierto? —le pregunta ella con una sonrisa.

—Mucho —asiente él sonriendo. Ambos comienzan a caminar hacia nosotros y miro a mi papá.

—Appa... ¿quién es él? —pregunto con curiosidad.

—¿No lo recuerdas? —me pregunta de vuelta y lo miro sin entender; niego ante su pregunta—. Taehyung, ven por favor.

Abrazo a mi padre tratando de ocultar mi rostro mientras lo miro a él acercarse a nosotros.

—Mira Eunmi, ¿cómo no vas a recordar a Taehyung? —mi padre intenta que me separe de él para que lo vea pero me niego. Me daba mucha vergüenza.

—¿No me recuerda? ¿Cómo es eso posible? Mírame bien, me sentiré muy triste si realmente te olvidaste de mí.