Our Secret |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠

Cinco

                 Eunmi;

Era temprano y me sentía ansiosa por alguna razón. En unas horas saldría con Sejeong, pero esa no era precisamente la causa. Mis padres tenían que ir a resolver algunas cosas en el trabajo y mi hermana ya se había ido a la galería por lo que estaba sola en la casa con la ahjumma que se encargaba de preparar la cena y esas cosas. Bajo las escaleras y me dirijo hacia la cocina donde ella se encontraba cocinando algo.

—Buenos días ahjumma —saludo desde la puerta. Ella se voltea para mirarme.

—Buenos días señorita Eunmi, su desayuno está listo ya. ¿Desea que se lo sirva?

—Tranquila, lo tomaré yo misma. Por cierto... ¿Sabes si tenemos visita hoy? —entro completamente a la cocina para ir por mi desayuno y mientras esperar una respuesta de su parte.

—Sí. Su madre me pidió que cocinara desde temprano porque el señor Kim Taehyung vendría a cenar hoy en la noche —responde y me detengo en lo que hacía para mirarla.

—¿Por fin la cena va a ser hoy? —pregunto.

—Sí.

No digo nada y con el desayuno en una bandeja me siento frente a la barra para comenzar a comer de este. Media hora después subo a mi cuarto para empezar a prepararme. Me doy una ducha y con la toalla envuelta en mi cuerpo reviso el closet en busca de la ropa que me pondría para la salida. Una vez que tengo toda esta encima de la cama me siento frente al espejo para empezar a maquillarme.

Realizaba el delineador en mis ojos cuando tocan a la puerta de mi habitación.

—¿Quién es? —pregunto mientras sigo concentrada en mi maquillaje.

—Soy yo, Youngna. La señora me dejó subir —dice—. ¿Puedo pasar?

Termino de hacer el delineado y respondo que sí. Me volteo para verla y la puerta se abre entrando ella a mi cuarto. Me dedica una corta y breve sonrisa.

—Hola.

—Hola —respondo.

—¿Vas a salir? —pregunta al notar que me estaba preparando y que había ropa encima de la cama.

—Sí.

—¿Con Seunghwan?

—No. Con Sejeong.

—¿Y eso?

—Me sentí mal por haberla invitado a la fiesta y haberla dejado sola allí así que quise compensarlo con una salida. Dijo que no había podido visitar ningún lugar en Seúl así que me brindé para mostrarle algunos lugares que tal vez le gustarán.

—Ah, ya veo —murmura y la sigo mirando—, yo también me siento mal por eso. No estuve mucho con ella en la fiesta –añade—. Y sobre eso vine a hablar contigo.

—Sé que te debo una disculpa también —digo antes de que mencionara algo mas—. Estuvo muy mal de mi parte no haber ido a la fiesta y no haberme tomado un minuto para decírtelo.

—Yo siento también haberme tomado eso tan a pecho.

—Vale. Entonces... Todo está bien entre nosotras ¿verdad?

—Claro —sonríe y le devuelvo la sonrisa.

—Por cierto —me apresuro en decir—, ya que viniste hasta aquí, ¿te gustaría acompañarnos a mi y a Sejeong?

—Otro día será, tengo que resolver algunas cosas con mamá.

—Ah —me desanimo—, es una pena.