"La confianza es traicionera y el amor no es amable."
Día 0
- ¿¡Están listos los sedantes?!
- ¡No, no! ¡Los sedantes no!
Respiro hondo para calmarme. Me van soltando los brazos.
-Ya me calmé.
Todos me miran con sorpresa, como queriendo saber algo. No entiendo nada ¿Qué hago acá?, intento recordar que fue lo último que hice ayer, pero por más que me esfuerzo no logro recordar nada. Peter estaba en shock, tras eso escucho gritos que vienen desde el pasillo, llegando hasta mi habitación. Son varios periodistas tratando de entrar, mientras las personas que estaban ahí se los impiden.
-Ya va a pasar, te lo prometo Alex. - dice Peter.
Tiene una mirada familiar, como si me conociera, pero estoy tan confundido de lo que pasa que no le doy importancia.
-Administren mil miligramos de suero y soliciten la muestra de sangre. -dice Peter.
Las personas no se mueven, solo siguen observándome.
- ¿Es necesario que lo vuelva a repetir? – suelta molesto Peter.
Como recién despertando de un sueño, empiezan a hacer lo que les dijo, unos salen de la sala y otros buscan entre los cajones del armario que está justo enfrente de mi cama. ¿Cama? Esto no es una cama, en absoluto.
-Ha pasado tanto tiempo - comenta Peter.
Me parece haberlo visto de algún lado, creo que es un amigo. ¿Amigo? ¿Tengo amigos?
-Sí, mucho. – digo con ironía mientras intento poner de pie, pero casi no tengo fuerzas. -Tanto que ahora los autos pueden volar, ¿no? -suelto una risa.
-A decir verdad, ahora los autos pueden volar.
- ¿Qué? -digo sorprendido.
Ahora estoy sentado, apunto de lograr mi cometido. Pero siento que no tengo fuerzas en las piernas y me caigo.
-Digo que tal vez eso está pasando. – habla con seriedad mientras me ayuda a levantarme.
Me vuelvo a acomodar en la cama. No es posible que ahora los autos vuelen, pienso.
-Peter, dejemos eso de que los autos vuelan, ¿ya? No me hace gracia.
-Ya, disculpa, es broma, solo quería saber cómo ibas a reaccionar. -dice riéndose.
-Mira como me río. – hago una cara graciosa y dejó escapar un "Ja"
-Cuidado con esos gestos, ya que recién despiertas y te costará controlarlos.
No le hice caso y seguía con la mueca en mi cara. Hace calor en este sitio.
- ¿Hay ventanas en esta sala?
-Si hay. – señala una repisa con remedios.
- ¿Dónde?
-Ahí, detrás del armario de remedios- dice Peter señalando el armario que está literalmente en mi cara.
-Ah... Gracias.
-Bueno te dejaré descansar, recupérate pronto.
Me quedé dormido. Abro los ojos, veo la sala anaranjada. Parece que este lugar está cerca de donde el sol se pone. ¿Por qué el armario tapa la ventana? No recuerdo haberlo visto ahí ayer. Hay un silencio profundo. Siento que la ventana me llama. ¿Es posible que una ventana haga eso? No lo creo. Debo estar alucinando ¿Ventana? Espera... ayer una chica me saludó desde esa ventana. Llamo a Peter.
-Peter, ayer alguien apareció por la ventana que está ahí, se asomó, me saludó y desapareció.
- ¿De qué hablas Alex? - dijo Peter con interés- Ayer seguías dormido.
-Ayer desperté... - dije sorprendido.
- ¿Ayer? Alex, llevas dos años en coma.
- ¿Dos años? – digo con miedo.
-Sí, hace dos años. Pero hablaremos de eso en otra ocasión. Una enfermera vendrá más tarde a hacerte un chequeo. – se retira de la sala, dejando una carta en la mesa.
Quedé perplejo ante tal noticia, si hubieran pasado 2 años lo habría notado. Al ver que se va, con mucho esfuerzo cierro la puerta con pestillo. Dando la espalda a la puerta me apoyo en ella, mis piernas no tienen fuerzas para sostenerse mucho tiempo. Peter dijo dos años... ¿Qué es todo esto? ¿Por qué no recuerdo nada? Era una chica la que me saludó ayer. Hay muchas dudas acá. No quiero pensar. No me siento bien, necesito hablar con alguien.
-Veo que quieres hablar con alguien. - es la misma voz de ayer.
- ¿Sebastián?
-Tanto tiempo, Alex...
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Disculpen, por la demora, tuve muchos problemas para continuar pero aquí acabe otro capítulo. Espero que les guste la historia. :D recibo comentarios. Una valoración no está demás si es que te gusta . Solo un click o un apretón a la pantalla
T45D.
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Como leche y miel
Novela Juvenil-Era más feliz cuando no estabas.- dijo Alex mientras la miraba. -Yo soy feliz ahora contigo... -No existes... -El que no existe eres tú.