Cap 7: Conociendolos mejor

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Mi despertador sonó como en todas las mañanas, incluso antes que saliera el sol, ese estúpido pájaro SIEMPRE tiene que cantar a estás horas, ya no recuerdo la última vez que desperté tarde... Lo peor de todo es que soy el único que se despierta, todo por mis oídos que son más sensibles y agudos que el de los demás...

O eso es lo que pensaba... Ya que allí estaba ella, aquella coneja mirándome a mí y solo a mí como todos los días, era agotador y molesto, no me gusta que me den tanta atención, menos de una chica preocupantemente hormonal... Aunque algo se sintió extraño, su mirada se sentía más calmada... Se le veía bastante tranquila, más de lo normal, ella simplemente dejó de mirarme después de un rato y se volvió a acostar al piso, devuelta a dormir. Está vez fuí yo quien se le quedó mirando durante varios minutos, los roles se cambiaron repentinamente y parecía que era yo el acosador aquí.

¿Qué acaba de pasar? Normalmente ella se me queda mirando hasta que todos los demás despiertan, incluso algunas veces se me ha quedado mirando días enteros, ¿Acaso ya se dio cuenta de lo acosadora que es? ¿De lo mucho que me incómoda su mirada?
¿O talvez yo ya no le gusto...?

¿Nico, qué estas pensando? ¡Esto es genial! ¡Ya no sentiré esa sensación punsante en mi espalda ni esa incomodidad! Jeejej, parece que hoy será un buen día, y creo que debería tratar de descansar también, después de todo no hay mucho que hacer ahora mismo a estas horas, no me apetece mirar a los demás dormir.

...

...

...

Parece ser que ya han pasado unas cuantas horas ya que me desperté sintiendo el calor de la luz del sol llegar a todo mi cuerpo, era agradable... Estiré mis brazos y piernas para luego sentarme de forma cómoda, mirando al piso y ponerme a pensar.

Aveces está sensación del sol me recuerda cuando dormía bajo los árboles en verano, cuando solo me tenia a mí y a nadie más que a mí, básicamente cuando era un Sprigatito. Cuando lo digo así suena solitario, pero almenos tenía todas esas bayas para mí solo, todos esos Pokemon... Solo querían hacerme daño, estoy seguro de eso, sobre todo los humanos, agh, esos niños que me perseguían, nunca dejé que me atraparán, quien sabe lo que me hubieran hecho, seguramente solo querían lastimarme, todos los niños hacen lo mismo despues de todo, o eso es lo que creía... Sofi llego a mi vida un día cualquiera, y no sé que fue lo diferente que ví en ella... Quizás la manera en que me habló... O la forma en que se me acercó... O talvez fue esa baya, joder, que buena era, sabía tan dulce.

Hacía tanto tiempo que nadie me acariciaba, sobre todo en la manera que Sofi lo hizo, detrás de mis orejas, en ese momento se me hizo tan cálido, tan familiar... Aveces me pregunto yo mismo de por qué se me hace tan conocido... Pero oh bueno. El punto es que después de eso nos volvimos inseparables, mejores amigos a pesar de que al principio me tuve que acostumbrar a estar con una humana todo el día, me comportaba tan... Yo, era demasiado travieso en esos tiempos. Fueron tantos años... Tantos buenos momentos... Sofi y yo nos conocemos desde la infancia, ¿Qué sería yo sin ella? Volvería a estar solo, en el bosque, teniendo que soportar el crudo invierno, sin nadie a mi lado...

Sofi... La extraño tanto... No sé que haría yo sin ella... Lo que haría si algo le pasará... Que pasaría si... Ella... Ya no esté conmigo... Después de todo en este mundo todo quiere acabar contigo, hacerte sufrir de alguna forma u otra, así es la vida, injusta, todo te lo quita, y si no te lo quita, ellos te abandonan... No puedes confiar en nadie, porque si lo haces te abandonaran, tarde o temprano.

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Tanto ruido... No entiendo porque Sofi quiso que vinieramos aquí, solo están esas estúpidas máquinas de metal gigante, y el olor... Ugh... ¿Por qué tiene que oler tan mal?

Siempre estaré contigo (Pokemon X Pokemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora