Querido Numa

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Flashback ,12 de octubre de 1972 , un dia antes del accidente:

Una mañana de lo más normal para Olivia quien apenas salía de estudiar en una pequeña primaria local, la infante caminaba por las calles evitando los autos y personas que pasaban a su lado, pues no era de hablar mucho, tras la muerte de su madre y el abandono de su padre con otra mujer, la niña quedó sola, a merced de su hermana de 22 años, una señora psicóloga de nombre Abigail Rodríguez quien hacia todo lo posible por sacar adelante a su hermana menor con algo de ayuda de su mejor amigo, Numa turrcatti, quien de vez en cuando cuidaba a Olivia, esa mañana la niña se había desviado hacia una panadería la cual exibia tartas,postres, galletas y pasteles en su gran mostrador de cristal, a la niña le gustaba pegar la cara a la vitrina y mirar por horas los postres que exibian ahi, Numa quien para este punto habría recibido múltiples llamadas de Abigail, preguntándole si sabía el paradero de su pequeña hermana, no era la primera vez que la niña se escapaba y regresaba tarde a casa.
N

arra Numa:

después de caminar por horas, encontre a la niña agachada tenía la cara pegada al cristal mirando una tarta blanca con diseños color blanco, -alguien lo habra pedido para su boda?- me pregunte a mi mismo para luego cruzar la calle y pararme justo atrás de la niña sin que ella se diera cuenta, me aclare la garganta y hablé -es bonito verdad?-,-crees que es para alguien que se va a casar?- la niña dijo sin siquiera mirarme , estaba maravillada por las texturas y el decorado, algo que también me tenía hipnotizado, después de algunos segundos me acerque a la niña y sacudí suavemente su pelo, -es hora de irnos, Abigail está desesperada, porque te escapaste otra vez?-, dije suavemente mientras me agachada a su altura, -sabes que eso es peligroso Olivia?, que tal si te pasa algo?- dije mientras la miraba, -lo siento..- dijo mientras bajaba la cabeza, su emoción y curiosidad por ver cosas nuevas era enorme pero su timidez y personalidad introvertida la detienen,-esta bien, solo no escapes-, dije mientras tomaba a Olivia en mis brazos y caminaba de regreso a casa.

A mí querido Numa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora