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El rugido generado por el motor de un auto a las afueras de su casa, le aviso que su soledad se vería fuertemente interrumpida. Antes de si quiera poder levantarse completamente del sillón para ir a revisar quien tiene la osadía de perturbar su paz, su hermana ingresó a su casa con una brillante sonrisa y cargando unas ocho bolsas de distintas marcas en sus brazos.
Esta al verlo suelta un chillido de desaprobación y se apresura a dejar sobre el comedor las bolsas que cargaba —¿Por qué no estás vestido? — Reclamó.
Jimin suelta un vago suspiro y recuesta su espalda sobre el sillón. Jinhae tenía la costumbre de ingresar a su casa con tanta libertad, que Jimin se había resignado a reclamarle por sus acciones y simplemente la dejaba ser.
La mujer era una verdadera belleza, su apariencia era tan encantadora que cautivaba al más desinteresado, sin embargo, el dueño de la casa definiría a su hermana; como una mujer entrometida, ruidosa y sinvergüenza.
—Hola Jinhae, también es un gusto verte después de tanto tiempo — Respondió con un poco de indiferencias y volvió su vista hacia el televisor en donde se reproducía su novela favorita.
—Jimin — Soltó con algo de severidad —, Podrías dejar de comportarte como un imbécil y salir de esta pocilga — El rubio la miro para negar con la cabeza y volver su vista al televisor, logrando que su hermana hirviera en rabia y buscase desesperadamente el control del aparato para apagarlo.
Este tipo de comportamientos por parte del mayor se habían vuelto recurrentes después de sus desventuras pasadas, que por mucho que él así lo niegue, le siguen doliendo profundamente. Para este punto Jinhae estaba hastiada del comportamiento tan apático que Jimin tenía.
—Jimin, es realmente serio lo que tengo que decirte —. Queremos que estes este sábado en casa — este alzo las cejas curioso —, Voy a anunciar mi embarazo Jimin — el semblante del mencionado cambio por completo, su cara de asombro se reflejaba en sus ojos abiertos hasta el punto de parecer salirse de sus cuencas.
—¿Cómo? ¿Desde cuándo? — Calló en el instante en que su hermana con una hermosa sonrisa alzo su mano hacia su abdomen mostrando el pequeño bulto que ahí descansaba.
—¡Oh! — ... —Me alegro por ti Jinhae, estoy feliz de saber que has dado el siguiente paso con él imbécil de Ross — Sonrió en grande antes de que un cojín se estrellara contra su cara, mismo que su hermana había lanzado por insultar a su esposo.
—Estoy muy feliz Jimin, voy a tener un hijo con el amor de mi vida y realmente deseo que estes conmigo — Ver a su hermana hablar con tanta emoción por su embarazo le llenaba de felicidad, ella merecía toda lo bonito de este mundo. Sin embargo, aunque trataba de sentirse feliz por su hermana, el sabor amargo del pasado se apodero de su boca, su garganta se cerró ante las sensaciones pasadas y con titubeo preguntó.
