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Jimin como de costumbre paso toda la semana corriendo de un lado al otro, entre pedidos personalizados y domicilios, estaba feliz porque su cafetería estaba dando resultados y a él le favorecía hacer postres, se sentía mejor haciéndolo

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Jimin como de costumbre paso toda la semana corriendo de un lado al otro, entre pedidos personalizados y domicilios, estaba feliz porque su cafetería estaba dando resultados y a él le favorecía hacer postres, se sentía mejor haciéndolo. Evito a toda costa pensar en la fiesta de su hermana, aunque en su interior ya sabía la respuesta.

Se presentaría en esa fiesta y haría del día un maravilloso momento para su hermanita, se sentía preparado para dar el siguiente paso y este sería el mejor momento. El día que marcaba la invitación llego y él se encontraba en esa reunión.

Desde su llegada, todo había transcurrió con una tranquilidad sorprendente, las personas se reían y se divertían, Jimin se había encontrado con personas que no veía en años y se sentía bien, él se esforzaba por mantenerse tranquilo, pero las vibraciones desmedidas lo mantenían alerta y pendiente de cualquier situación en su entorno. Él sentía que estaba siendo un poco paranoico, pero Jinhae había invitado a Jungkook a la reunión y el simple hecho de saber que en algún momento "él pelinegro" que en tiempos pasados le robaba suspiros desbordantes de amor, el mismo que le abandono sin decir ni una palabra, entraría por la gran puerta de la casa de sus padres, lo tenía inquieto.

Jimin — él mencionado brinco en su lugar al sentir un suave toque en su hombro izquierdo —, Te noto algo tenso, todo estará bien — reconfortó su hermana.

El chirrido de la puerta siendo abierta dejo a Jimin con las palabras en la boca y tanto él como su hermana dirigieron su vista hacia la entrada. Un cuerpo prominente se abría paso, el hermano mayor sintió ahogarse en el momento en que reconoció esa silueta, en su campo de visión aparecía el pelinegro con un traje gris que entallaba perfectamente su musculatura, él no venía solo y seguido de él ingresó una preciosa pelirroja con un vestido negro.

Ambos se veían despampanantes y por un breve instante Jimin se cohibió y pensó en marcharse, pero el toque dulce de su hermana en su hombro, le hizo soltar un suspiro y con valentía miro los ojos del pelinegro. Su corazón dio un vuelco cuando se encontró con la vista del hombre sobre su persona, sonrió cortésmente y sintió el tiempo detenerse, en el instante en que el otro formo una sonrisa ladina.

Jimin fue volteado bruscamente por su hermana, quien lo miraba con ojos de preocupación, por otro lado, Jungkook sonrió complacido en el momento en que sintió como la pelirroja, enredo su mano en su brazo. El pelinegro avanzo con paso firme hacia el jardín, ignorando por completo la sensación de ser observado y perdiéndose entre la multitud.

Jimin, él está aquí — Ese comentario hizo que el rubio viese a su hermana de una manera extraña.

Jinhae, no estoy ciego ¡Yo lo vi! — su risa un tanto amarga resonó en un intento de apaciguar su malestar, la menor asintió no tan convencida y se excusó yendo en busca de su esposo, la revelación estaba cerca.

Jimin mantuvo su compostura y sonrió de forma amarga al admitir que el tiempo quizás no había jugado a su favor; el retumbar de su corazón acelerado en su pecho, el cosquilleo causado por las mariposas en su estómago y la ansiedad de ser estrujado por un abrazo de ese hombre, el tiempo, el contexto y la circunstancias habían cambiado, pero las emociones seguían ahí, su cuerpo todavía reaccionaba a la presencia de su antiguo amor.

¿Me amaste? 𔘘 KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora