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ELOISE-

Era mi primer día en secundaria, la verdad me sentía algo ansiosa y tal vez asustada, también era mi primera vez estudiando fuera de casa, un hogar grande y solitario, donde solo éramos yo y un sin fin de criadas. Lo que hacía el dinero, tus padres ausentes y aveces creces odiandolos.

Suspiro con algo de cansancio y me adentro a mi nueva clase, todos estaban en su mundo, se veía que se conocían desde hace años atrás, todos eran amigos.

Nunca tuve amigos... Tal vez era hora de conseguir algunos.

Camino hacía un asiento vacío en frente, ignorando algunas miradas juzgadoras y solo fijandola en el pizarrón. La maestra llegó minutos después y dió inicio a las clases con presentarnos a todos. Al llegar mi turno me levanté de mi asiento y fuí hacía el frente, suspiré y miré a los demás con nerviosismo. Tantas miradas me ponían nerviosa.

-Hola... Me llamo Eloise McClain... Tengo 13 años y creo que no hay nada interesante en mí. - reí sin gracia, para luego desviar la mirada hacía el ventanal, pocos segundos después una voz femenina habló.

-¿McClain?, ¿eres hija de los magnates McClain? - su pregunta me tensó, por lo que solo asentí cabizbaja-. Interesante...

Dicho esto la maestra me dejó tomar asiento nuevamente, por lo que en toda la clase me distraje en mis pensamientos. Trataba de recordar cosas bonitas de mis padres, pero la última vez que los ví, aunque solo me lo dijo mi Nana, fué hace 11 años, luego de allí su existencia para mí no tenía valor.

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El receso llegó, estaba levantandome de mi asiento para así tomar mis cosas y salir de la clase, pero fuí detenida por la misma chica de antes, la cual me miró con algo de molestía y jaló mi cabello.

-Auch... ¿Por qué lo hiciste? - dije con algo de dolor. La chica frente a mí se rió y jaló más fuerte de mi cabello-. ¡Basta!

Exclame con molestía, la chica se detuvo y luego me empujó, haciéndome caer al suelo.

No entendía su actitud, ¿por qué trataba de fastidiarte?, ¿qué le hice yo? Antes que pudiera decir algo más la chica habló, todo para darme una amenaza.

-Mira niñita mimada, en este colegio no permitiré que una engreída con ropa de marca venga a arruinarnos el día, si te veo cerca de mí o de mi grupo, lo lamentarás-. Dicho esto se separó de mí y caminó hacía la salida, yo por mi lado estaba cabizbaja, quería llorar, pero antes de hacerlo una voz masculina habló.

-Mary... Creo que no es nada amable amenazar a una chica solo por su estatus social. - expresó la voz masculina, luego escuché sus pasos acercarse a mí y extender su mano para ayudarme a levantarme-. ¿Estás bien?

Alcé la cabeza y miré a los ojos al chico, era moreno, de ojos avellana, castaño y de lentes, este me sonreía con amabilidad, aún con su mano extendida.

Dudé en tomar su mano, pero a los segundos la tomé, este me ayudó a levantarme y luego se alejó un poco para darme espacio. La chica que se llamaba Mary nos miraba fijamente, pero con algo de molestía hacía el chico moreno, no lo entendía.

-Gracias... Supongo. - susurre aún desconfiada, el chico río y negó rotundamente.

-No hay nada que agradecer... - dice sonriente-. Me llamo Alastor, un gusto bella dama.

-Soy Eloise, el gusto es mío. - hice una reverencia con la cabeza y él me dió un pequeño golpecito en mi cabeza.

-Que tierna, me agradas...

-Qui tiirni, mi igridis. - imitó Mary con malestar y luego se nos acercó a ambos con molestia-. Eres un tonto Alastor, dices odiar a la gente creída ¿y ella que es? Eres un hipócrita.

Alastor ríe irónico y negó.

-No discutiré contigo porque mi madre me ha educado muy bien, solo pido que salgas del aula y no molestes a alguien que no te ha hecho daño ¿Puedes?

Mary salió de la clase, dejándonos solos a mí y a Alastor, lo cual me incómodo un poco, ya que su mirada era algo perturbadora, sus pupilas estaban algo dilatadas y simplemente sonrió.

Sentí miedo... Su agarre en mí se hizo más fuerte, hasta que sentí que mi muñeca empezó a doler más. Gemí de dolor y traté de apartarlo.

-M... Me estas lastimando... - dije entre lágrimas y Alastor simplemente me soltó de golpe y empezó a acariciar mi cabello como si nada hubiera sucedido.

-Tranquila... Si me tienes a tu lado nadie podrá lastimarte querida... ¿De acuerdo? - me miró esperando respuestas y con temor asentí-. Eso quería saber, ya verás que nadie te hará daño si yo estoy contigo, no te preocupes.

Para mí Alastor lo era todo, él tenía mi corazón y vida en sus manos, él había ganado mi confianza y amor porque fué el único que me apoyó en todo, hizo algo que mi propia familia nunca hizo, fué el único que se preocupó por mí y me alejó de aquella soledad que me rodeaba, pero cuando algo era felicidad no todo es color de rosas.

Alastor a pesar de amarme obsesivamente tenía sus desventajas, cosas que me causaban temor y por esa razón nunca pude dejarlo... Por amor... Por amor soporté toda la sangre que corría de personas inocentes y que nunca pude defender, incluso asesinó a mis padres por "dañarme" temía por qué la siguiente fuera yo, pero Alastor nunca lastimaría a su amor.

Pero si la mantendría cautiva hasta el día que Alastor muriera.

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Instagram: Shim_lz

Fin del capítulo
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Gracias por leer hasta acá, nos vemos en el próximo capítulo
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~Smailer-Shimura

𝑊𝑟𝑖𝑡𝑡𝑒𝑟: 𝑆𝑘𝑎𝑟𝑙𝑒𝑛𝑡ℎシ︎

PSYCHOPATH | 𝑨𝒍𝒂𝒔𝒕𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora