Capitulo 3 Coincidir con lo Increíble y lo exacto

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Situaciones mágicas en el mundo, ocurren muy pocas veces pero si soy sincero, esta vez yo, estaba en una de ellas.

La hermosa chica comenzó a caminar lentamente hacía donde yo estaba situado, con su bella sonrisa en el rostro, y su cámara fotográfica cuyo flash había iniciado la situación. Cualquiera que viese semejante belleza entraría en locura solo con ver sus electrizantes ojos azules, su rostro claro que semejaba a el de un ángel, su pelo largo y castaño que hondeaba cual bandera al viento, y me quedo corto en adjetivos para definir la con coherencia.

Cuándo la tenía aproximadamente a dos metros de mi, el corazón me latía cada vez más fuerte, parecía que el mudo se había parado, y que solo estábamos en movimiento ella y yo, pero el destino siempre tiene que dar alguna vuelta de tuerca para poner tu vida un poco más interesante. Pues ella tropezó con una pequeña piedra que se encontraba en el camino, si de casualidades esta hecho el mundo de verdad, que yo debo ser el rey. No podía dar crédito a lo que estaba sucediendo, la tenía entre mis brazos por consecuencia del tropezón que ella había tenido. Una sensación de calma y calidez recorrió mi cuerpo mientras la abrazaba, ella no se movía, parecía que estaba igual de a gusto que yo, su hermoso rostro me miro a los ojos directamente, yo estaba a punto de llegar al colapso, hasta que aquel mágico instante se rompió, principalmente por que me percate de que todo el mundo en el cementerio nos estaba mirando y bueno se como es la gente en Japón que saca malas intenciones donde no las hay.

- Oye lo siento mucho, por...- Dije rápidamente, no quería que se malentendieran las cosas.

- ¡Eh! Tranquilo la culpa a sido mía, tropecé con la piedra y bueno ejem... gracias por cogerme y no dejarme caer.

- Bueno...No ha sido nada, simplemente hice lo que tenía que hacer.

- Muchas gracias de verdad.- Dicho esto comenzó a ponerse colorada, de seguro que es una chica muy tímida.

- ¡Ay! Perdona, no me he presentado, me llamo Jesús Hernández, y estoy de vacaciones en Japón con mi hermano y un buen amigo.

- Vaya, pues yo pensaba que eras de por aquí, por que hablas muy bien el japones, por cierto me llamo Rika Nanami, y para mi es un placer conocerte.- Sonrió ligeramente.

- ¿Estáis alojados aquí en Nippori.?-Preguntó

- Si, estamos en casa de un amigo de mi hermano, un tal Haruto ¿Lo conoces?

- ¡Claro que si! Es un buen chico, recuerdo que hace un tiempo fue de intercambio a España si no me equivoco.

- Pues si, estas en lo correcto, fue a mi Universidad en Madrid y allí fue donde conoció a mi hermano.

- El mundo es un pañuelo ¿verdad?.

- Y que lo digas, hace como cinco minutos eramos unos extraños, y ahora mismo estamos manteniendo una conversación.- Verdad no le faltaban a mis palabras, es increíble lo que el destino te puede deparar incluso en un sitio que no conoces.

- ¿Nanami tu vives aquí en Nippori?-Pregunte intrigado.

- Si vivo con mi familia en la calle comercial, en la tienda de souvenirs, seguro que la habéis visto nada más entrar en Nippori.

- Anda pues ahora que lo dices me suena haber visto esa tienda, lo que pasa es que no le e prestado mucha atención.

- Oye, te voy a parecer un poco atrevida pero...Que te parece si mañana quedamos para ir a ver Shibuya.

Un escalofrío denso recorrió todo mi cuerpo ¿De verdad que esta chica que acabo de conocer me esta proponiendo una cita así por las buenas? Imposible, pero si no llevamos ni diez minutos de conversación y ella ya se a lanzado al agua. Por si las moscas preguntaré si la cita es a solas o con compañía, no quiero malentendidos.

Coplas Desde JapónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora