Epílogo: 天涯客

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Zhou Zishu le agradece a los cielos que Gu Xiang y su ahora esposo (a pesar de las quejas de Wen Kexing) se hayan ofrecido a cuidar a su hijos por una noche mientra él y Wen Kexing hacen cosas que simplemente no pueden decirse en voz alta en el cuarto de una posada.

Wen Kexinges suave cuando rodea la cintura desnuda de su omega con un brazo y Zhou Zishu se siente casi cohibido ante el gesto. El cuerpo de su alfa sigue siendo firme y robusto, las líneas de sus músculos claras y definidas a pesar del paso de los años, pero desafortunadamente Zhou Zishu no puede decir lo mismo.

Después de tres embarazos las cosas en su cuerpo son diferentes, sigue siendo atractivo, pero sus caderas han ganado grasa al igual que su muslos y su cintura aunque estrecha, ya no es tan pequeña como solía ser cuando Wen Kexing y él se conocieron y podía rodearla con un brazo. Zhou Zishu nunca se consideró a sí mismo un omega vanidoso ni le dió demasiada importancia a su apariencia, pero en momentos como ese, es tan omega como puede serlo y ansia, en lo más profundo de su instinto, sentirse atractivo para su alfa. 

Por ello, afortunadamente a Wen Kexing no parecen importarle ninguna de esas cosas. 

El alfa sujeta sus muslos y lo ayuda a envolver sus piernas al rededor de su propia cintura. Zhou Zishu solo puede gemir complacido ante el cambio de ángulo, la polla de Wen Kexing golpea los lugares correctos y Zhou Zishu se da cuenta de lo mucho que ha estado anhelando este tipo de intimidad donde todo se trata del calor de su alfa, su piel, su olor; esa intimidad donde todo es Wen Kexing, es mágica. 

El alfa lo mira con nada más que adoración en sus ojos negros mientras se sumerge en el calor de su cuerpo y Zhou Zishu no puede evitar sentir su corazón palpitar con fuerza en su pecho.

No importa cuantos años pasen, jamás podrá evitar sentirse tímido ante la mirada de su alfa, especialmente si lo mira así. 

Wen Kexing se inclina para besar su labios y Zhou Zishu deja de pensar en ese momento. 


(🍷)

Zhou Zishu se despierta con el familiar sonido de voces y pasos en su habitación, el olor de sus hijos le inunda las fosas nasales y se remueve ligeramente en su cama, tomándose unos segundos para desperezarse. 

"Cállate, A-Die se va enojar si despertamos a baba"

"Te dije que esperaramos abajo"

"¡Pero yo quiero que baba me lleve a jugar afuera" 

"Al menos deja que descanse"

Wen Qiang, el hijo mayor de Zhou Zishu y Wen Kexing suspira, sus dos hermanos menores, Wen Haoran y Wen Xiuying siguen brincando y haciendo rabietas para que su baba les haga caso, pero él no quiere despertarlo, A-Die le había dicho que cuidara a su hermanos para que no hicieran travesuras, pero él no puede controlarlos. 

Wen Xiuying, la más pequeña de los tres se rinde depsués de cinco minutos, se sienta en el suelo y usa sus pequeñas manos para tratar de arreglar las trencitas en su cabello, sería mejor si su baba lo hiciera, pero ella tampoco quiere molestarlo.

Al omega le divierte escuchar a sus hijos discutir así, pero esta casi seguro de que si no "despierta" ahora, probablemente sería demasiado para ellos y su habitación se volvería un desastre. 

"¿Terminaron de pelear?"

Wen Qiang es el primero en acercase a su baba y Zhou Zishu ya puede oír las disulpas saliendo de la boca de su hijo incluso si no son necesarias, además, Xiuying y Haoran casi saltan encima de él. 

"Baba, A-Die dijo que iba a comprar el desayuno" le dice la pequeña Xiuying y Zhou Zishu asiente. 

"Lo sé"

"Baba, perdón si... te despertamos" añade Wen Qiang en voz baja y Zhou Zishu le sonrie. 

"Esta bien, no hay nada que perdonar" 

Wen Qiang asiente en silencio y a Zhou Zishu relamente no le importa si sus hijos lo molestan o no, pero se incomoda si alguno de ellos lo hace, por lo que hace un espacio en la cama para que su hijo mayor se siente y como tantas veces a lo largo de los años, se las arregla para controlar a sus tres hijos. 

Como resultado, cuando Wen Kexing sube a sus habitaciones, sus hijos mayores ya estan sentados apropiadamente junto a su baba y su hija tiene el pelo trenzado y decorado con broches de mariposas violetas (regalo de Gu Xiang). 

Zhou Zishu mira su alfa con el ceño fruncido y Wen Kexing sonrie inocentemente. 

"¿Qué le tomo tanto tiempo a Lao Wen?"

El alfa se enoge: "Este señor se disculpa"

Zhou Zishu lo mira sin pestañear. "Será mejor que el señor tenga algo que darles de desayunar a sus hijos entonces" 

Wen Kexing asiente y se hace a un lado, haciendo espacio para dejar entrr a los camareros de la posada con platos llenos de comida fragante y deliciosa, el vino de calidad para su omega tampoco podría faltar. 

Al final, Wen Kexing realmente se esforzó por alimentar a su familia. 


(🍷)


Zhou Zishu escucha rumores en los pueblos que visitan, en las posadas en que se hospedan, en los lugares por donde pasean con sus hijos. En todas partes, Zhou Zishu escucha cosas. 

Han pasado casi diez años desde la última vez que vió la cara de esa persona, pero aún así, es un recuerdo desagradable aunque sin importancia. 

El Emperador, Wangye, podría morir pronto y el heredero es apenas un joven de doce años sin ninguna experiencia real en el mundo. 

Eso es lo que oye decir a la gente.

Zhou zishu no tiene ningún sentimiento en especial acerca del tema, excepto que compadece a la pobre criatura que engendró su majestad. 

¿Wangye se habrá preocupado por el niño mientras este crecía? 

De todas formas, no puedo saberlo y no es de su incumbencia. 

Él mismo tiene tres hijos y un alfa que son lo único que debería importarle. 

Así que, esa noche, mientras Wen Kexing se encarga de ordenar a sus hijos para que puedan comer sin percances en un restaurante cerca del río, Zho Zishu se convence de que el imperio, TianChuang y Wangye son todas cosas que no vale la pena recordar y mucho menos mencionar.

"Ah-Xu, ¿Pasa algo?" pregunta su alfa, tendiendole una botella de vino de ciruela dulce y frragante. 

"No" responde el omega, apartando la vista del cielo para mirar al hombre junto a él y una sonrisa le pinta los labios. "Pensaba que deberíamos visitar a Ah-Xiang antes de que de a luz"

Su alfa asiente. "Deberíamos"

Ninguno de los dos dice más porque su atención se desvía hacia sus hijos, pero saben, en el fondo de sus corazones, que esto que tienen, es algo con lo que jamás soñaron pero que es exactamente lo que necesitan. Esa felicidad compartida, es algo que nunca podrán agradecer lo suficiente. 


FIN.



(🍷)

Es triste decirle adiós a esta historia:( pero después de dos años nos despedimos, gracias por acompañrme en esta historia corta y plana pero muy apreciada en mi corazón, nos vemos en otra historia futura!

Gracias. 

KUAISHAN 


Wine 🍷 WenZhouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora