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El mundo le da la bienvenida al primer hijo de Zhou Zishu y Wen Kexing una lluviosa tarde de otoño, después de haber pasado más de diez horas agonizando en formas en que el omega jamás podría haber imaginado.

Sintió que los huesos de su cadera y del coxis casi podrían haberse roto, y sus músculos ardieron hasta un punto en qué simplemente fue casi intolerable. Comenzó en la madrugada, cuando Zhou Zishu se despertó sudando y el alfa a su lado mandó a traer inmediatamente a las mujeres de Luo Fumeng. Ella y Liu QianQiao llegaron después de avisar al médico lo que sucedía. Todo mientras la espalda baja de Zhou Zishu ardía de dolor.

Las contracciones lo hicieron apretar las túnicas de su alfa y fue el aroma de Wen Kexing lo único que le permitió respirar relativamente tranquilo mientras su cuerpo soportaba el dolor de dar a luz a su hijo.

Zhou Zishu no supo por cuántas horas exactamente lloro y apretó la mano de su alfa ni cuántas maldiciones soltó en el transcurso de la tarde, pero su cuerpo se relajó instintivamente cuando el primer llanto de su hijo resonó en la habitación.

Luo Fumeng puso a su hijo contra su pecho desnudo, el cuerpo del bebé estaba tibio y cubierto de una sustancia ligeramente blanquecina y sangre de su propio cuerpo.

Wen Kexing le quitó el cabello húmedo de la frente y su mirada estaba lleno de pura admiración.

"Este señor solo puede agradecerle a Ah-xu" dijo el alfa en voz baja y Zhou Zishu sintió la garganta seca.

No había palabras para describir todas las emociones que se arremolinaron en su pecho como una marea. Felicidad, incredulidad, paz... amor.

El amor que nunca creyó llegar a sentir, estaba ahí, en la mirada de adoración de su alfa y en el llanto de su hijo, suyo y de Wen Kexing.

Zhou Zishu no podía pedir nada más.

Wen Kexing ayudó a las sirvientas a cambiar las sábanas de la cama, limpió a su hijo y a su omega con manos cuidadosas y trató a Zhou Zishu con la delicadeza que ameritaba; lo limpió, lo arropó y finalmente cuando todo estuvo en calma de nuevo, se acurrucó junto a su cachorro y su omega en el calor de su nido.

El cachorro tenía los ojos brillantes y negros, su mirada permaneció en su padre alfa a pesar de estar recostado sobre el pecho de su padre omega y el corazón de Wen Kexing se llenó de una alegría indescriptible.

"Mi Ah-xu sufrió mucho para que estés aquí" murmuró él alfa, extendiendo una mano para tocar la cabecita de su bebé.  "En el futuro, tienes que respetarlo y protegerlo"

El bebé lo miró sin comprender y Wen Kexing sonrió.

¿Cuando fue la última vez que se sintió genuinamente feliz?

(🍷)

Wen Qiang, el primer hijo de Zhou Zishu y Wen Kexing creció sin parar a lo largo de las estaciones, su pequeño cuerpo fue  ganando fuerza hasta que un día, finalmente pudo sostenerse sobre sus propios pies sin la ayuda de su padre alfa.

Zhou Zishu vió con incredulidad al alfa soltar a su pequeño hijo, quien caminó torpemente hacia él con pasos temblorosos sobre la alfombra de su habitación. 

"Ah-xu, nuestro hijo está creciendo muy rápido"

El omega se agachó para atrapar al pequeño niño antes de que cayera al suelo y sonrió poquito.

"Eso es porque Lao Wen le enseña cosas a diario"

El alfa sonrió y se levantó de su sitio para arrodillarse junto a su omega y su hijo: "En ese caso, este esposo se disculpa"

Zhou Zishu ignoró las palabras del alfa en favor del calor de sus mejillas, pero no pudo evitar que su corazón se acelerara en su pecho.

"Si Huang-gou quiere, podemos dejar el Valle, no es conveniente criar un niño aquí" comentó casualmente Wen Kexing, atrayendo al omega y a su hijo a sus brazos.

Wen Qiang se rió en los brazos de su padre omega y balbuceó con una sonrisa en su dirección, Zhou Zishu le acomodó las solapas de sus túnicas y suspiró. 

"Si es lo que Lao Wen quiere, entonces debería buscar un lugar donde criar dos niños"

El alfa se quedó momentáneamente sin palabras.

Al final, resultó que un año después del nacimiento de Wen Qiang, su omega estaba esperando un segundo hijo.

"Si ese es el caso, me aseguraré de darle a mi familia lo necesario"

Zhou Zishu se apoyó en el pecho de su alfa, aspirando su aroma y el de su hijo mezclados. Wen Qiang perdió energía luego de haber pasado casi toda la tarde intentando caminar y el omega se relajó así, en el calor de su familia.

Quizás, este era el tipo de felicidad que le había faltado durante tantos años.

(🍷)


Me agarré lo más fuerte que pude de esta historia, pasaron años para que terminara (literalmente xd) pero ha llegado a su fin (casi). El siguiente capítulo es el epílogo y con eso me despido. Gracias por leerme.

~ Kuaishan 🌻

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