Personaje principal: Adán
Día 6: Promesa★‡★‡★‡★‡★‡★‡
¿Venganza? ¿Poder? ¿Rebeldía? Siempre es lo mismo. Es como si para los Dioses no existieran más razones a las que aludir el hecho de que yo esté aquí, con los puños en alto y soltando un golpe tras otro. Recuerdo haber dicho que un padre no necesitaba razones para defender a sus hijos, pero incluso eso es una mentira, claro que había razones y la mía era el amor. La Valkyria me dijo que estábamos a un paso de desaparecer, que ellos así lo habían decidido, entonces pensé que ya había llegado la hora de intervenir.
El amor hacia todos ellos me tenía de pie frente al Dios del Cosmos, que por cada golpe que él me daba yo le devolvía dos o incluso hasta tres, manteniendo así una marcada ventaja, pero eso había sido antes...
Ahora estoy acorralado, en posición defensiva mientras trato de idear un plan para poder continuar, pero lo cierto es que lo que necesito son fuerzas no un plan de acción. No puedo ver nada, mi visión se estropeó mucho antes de llorar sangre, no logro acertar la mayoría de los golpes así que con cada fallo que tengo mis fuerzas van minando un poco más. Solo puedo mantenerme de pie mientras me protejo y busco desesperadamente una abertura para poder atacar, algo que me de una ventaja por más mínima que esta sea. Debo aguantar, debo hacerlo por Eva, por Caín y Abel y por todos mis hijos que están mirando desde las gradas, quiero hacerlo por mí.
Escucho la voz de Reginleif que me susurra palabras de aliento, intenta reconfortarme, me recuerda que somos un equipo y que juntos lograremos vencer a Zeus. Mi pequeña, esto nunca se trató de él, sino de todos los que vienen detrás de mí, se trata de aquellos cuyas vidas penden de un hilo sin saberlo, a quienes de la noche a la mañana les puede llegar su destrucción. Algo que no puedo permitir.
Intento un nuevo golpe pero vuelvo a fallar, Zeus aprovecha para tratar de impactarme pero logro esquivarlo, y como esa suceden otras varias veces más hasta que nos sincronizamos en un ritmo como si de una danza se tratase, él golpea y yo esquivo. Siento que no puedo hacer más que eso, estoy fallando lo sé... Solo espero que puedan perdonarme.
Queridos hijos, quiero que sepan que hace muchos años prometí que los protegería y esa promesa era válida tanto en el cielo como en la tierra, así que acepté este desafío con esa promesa en mente... pero tiemblo ante la idea de fallar pues justamente ahora es el escenario más lógico desde mi posición.
Vuelvo a levantar mis manos para protegerme, por mucho que lo pienso no se me ocurre qué más hacer, me siento tan cansado y mi vista se atrofió todavía más que antes, ya no puedo ver nada solo puedo escuchar y pensar. El sonido de los puños atravesando el aire me advierten de su posición a la derecha y me alisto para esquivarlo, vuelvo a agudizar el oído y detengo el golpe que viene por la izquierda; quiere hacerme retroceder con cada uno de ellos, pero claro que eso es algo que no voy a permitir.
La audiencia se mantiene en un silencio sepulcral, uno que solamente es roto por el resonar de los puños chocando contra mi ya débil cuerpo, pero de la nada todo cambia y soy consciente de algo más... de un sonido diferente, que desentona en medio del ruido que hace el impacto de un puño contra la piel y huesos, y ese algo es un llanto... Hay un bebé por alguna parte y está llorando. Me gustaría decirle que no hay nada que temer, me gustaría acercarme para calmar su angustia y su llanto y hacerle sentir que no está solo. Mis hijos: ninguno de ustedes están solos, su padre está aquí.
Reginleif vuelve a susurrar pero ahora lo hace con voz débil, está tan cansada como yo y también a ella me gustaría abrigarla entre mis brazos para pedirle que descanse, pero ella sigue brindándome su apoyo, reacia ante la sola idea de rendirse, esta chica es imparable y eso me agrada. A su voz se suman los de toda la humanidad rompiendo por fin ese horrible silencio que hasta hace unos minutos reinaba en la arena. Algunos me piden que pare, pero, ¿Por qué lo haría? Estoy cansado pero no me voy a detener, si he de gastar mis fuerzas será aquí, frente a este ridículo Dios y en este momento para dejar en claro que nadie se mete con mi familia.
Los gritos de aliento que se combinaron a los alaridos de desesperación de la mayoría de los presentes funcionan como un bálsamo para esta alma tan vieja y desgastada, pero al mismo tiempo noto que mi cuerpo vibra de impotencia pues me siento indigno e inútil en este estado; soy incapaz de golpear ¡Estoy ciego y débil! Siento mas de un hueso roto que me provoca un inmenso dolor que es capaz de cortarme la respiracion a ratos, y a pesar de todo ustedes me brindan su apoyo... Así que tomo un respiro y me obligo a continuar.
Entonces lo escucho a él, escucho como ríe frente a mi burlonamente mientras su rafaga de golpes me impacta sin piedad, susurra socarronamente incitandome a rendirme, él sabe que ya no me queda mucho tiempo pero incluso con mi deficiencia puedo darme cuenta que él está igual que yo o quizás peor. Mantener ese ritmo luego de su transformación requiere de una cantidad de energía de la que él ya no es poseedor, incluso siento como cada golpe se vuelve más suave que el anterior. Sé que lo está haciendo por desesperación y eso me hace sentir un punto de compasión por él pero también de satisfacción pues ahora sé que mis esfuerzos no han sido en vano.
- Ustedes nunca tuvieron oportunidad - lo escuché decir haciendo que mi sangre ardiera producto de la furia que nacía en mi interior.
¡Maldito viejo! - pensé antes de sentir como su puño golpeaba mi cara llevando mi cabeza hacia atrás en un ángulo alarmante.
Volvió a reír pero la risa murió en el instante en que sintió como mi mano se aferraba a su cabellera - ¡Te tengo! - exclamé victorioso, disfrutando de haber podido encontrar la tan ansiada abertura y esta vez fueron mis puños los que golpeaban su carne. Y de nuevo danzamos al ritmo de los golpes, la sangre y el sonido de los huesos al romperse.
- ¡Yo he de protegerlos así tenga que dar mi vida en ello!! - le grité obteniendo por respuesta un espantoso gruñido que me indicaba lo asustado que estaba.
Se que no han pasado más que un par de minutos pero lo cierto es que se sienten como si hubieran pasado horas. Ninguno cede y me alegro por eso, necesito que le quede bien claro a este viejo quién manda, y necesito que esa lección quede grabada a fuego en las almas de toda esa horda de buitres que se dicen llamar Dioses.
Ya falta poco.
Queridos hijos, soy consciente que no me queda mucho tiempo pero he hecho lo mejor que he podido durante toda esta pelea, eso se los garantizo. Quisiera pedirles que no lloren, que no griten y no se aflijan. Hoy he reafirmado mi promesa de cuidarlos sin importar la barrera del tiempo, sin importar si no separa lo divino o lo terrenal. Quisiera decirlo en persona pero me estoy quedando sin fuerzas, siento como cada uno de mis músculos se van apagando, como mi pulmones se vacían y arden por la falta de oxígeno y como un frío terrorífico recorre mi cuerpo calando hasta mis huesos. Pequeños, mis pequeños, he hecho cuanto estuvo en mis manos, abran bien los ojos pues su padre les está dando la última lección: Nunca ceder ante alguien, ni siquiera si ese alguien es Dios mismo.
Mi puño golpeó por última vez su mandíbula haciéndolo caer y yo siento como mis sentidos se van apagando, Reginleif se mantiene en silencio desde hace ya mucho rato. Ella ya se ha ido y yo pronto me reuniré con ella.
Chicos, les he marcado el camino, Por favor sigan adelante... Eva, perdóname por dejarte sola...
Y dejo que mi alma se eleve sin importar el destino... Es todo, ya he terminado.
Zeus Vs Adan
7 min 13 s
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Angstruary 2024 - Shuumatsu No Valkyrie
RandomDinámica de la página "Es de fanfics" dónde cada día del mes de febrero tiene un tema para desarrollar una breve historia.