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Sinopsis: Es tu última noche con vida y sólo tienes una misión: follarte a Mindy Meeks-Martin.
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Aquí está el tan esperado fin del mundo, o al menos el fin de Woodsboro. ¿Y cuál es la mejor manera de decir adiós? Al parecer, una fiesta gigante en casa. Se supone que es "Por Wes", pero nunca había visto a la mitad de estas personas en la misma habitación que él cuando estaba vivo, y solo brindamos por él una vez antes de que la gente volviera a sus típicas tonterías de fiesta en casa: ligar, fumar y mierda aplastante.
Pero yo también estoy aquí, así que pensarías que eso también dice algo sobre mí, que me vuelve hipócrita por criticar a mis compañeros. Pero estoy aquí por una razón, y sólo una razón. Y esa razón pasa por tener el pelo negro y rizado, una personalidad muy excéntrica y las reacciones más animadas jamás conocidas por el hombre, Mindy Meeks-Martin.
En realidad, nunca he hablado con Mindy, pero hay algo en la sensación del final que te empuja a correr riesgos. Incluso antes de los asesinatos, sabía que ahora era el momento de ser audaz; después de todo, estamos en el último año. Ahora que mi carrera en la escuela secundaria y mi vida literal pueden estar terminando, realmente es ahora o nunca.
Mindy está sentada en la sala de estar, comentando en voz alta la escena de Stab donde Randy explica "Las reglas". Está tan inmersa en ello, probablemente una combinación de su amor por las películas y su admiración por su tío, pero tal vez porque una parte de ella piensa que estas reglas realmente podrían entrar en juego ahora. Quizás se esté preparando para sobrevivir. Me acerco y me siento a su lado de la manera más informal que puedo. No demasiado cerca, pero no lo suficientemente lejos como para que alguien más se interponga entre nosotros, ya había tropezado muchas veces antes, esta vez tenía que tener un plan infalible.
Pero para mi sorpresa, Mindy me habla: "¿Estás lista para morir esta noche?" pregunta con una sonrisa completamente inapropiada para la pregunta. Si fuera cualquier otra persona, incluso podría sentirme extraño. Pero era Mindy y me hizo una pregunta.
"Oh, sí, tengo un pedido especial para el asesino de cómo quiero morir", le devuelvo la sonrisa, copiando su forma de sentarse, recostándome contra el sofá.
