Hace diez años, los siete pecados capitales se separaron por ordenes del Capitan Meliodas, sin embargo, una profesia trae consigo a reunirlos de nuevo, siendo otra vez como los Siete Pecados Capitales, pero con su capitana Alessandra, quien nadie sa...
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Nota al final del capitulo.*
Cuando por fin bajaron los dos después de comer, se ganaron unas miradas de intriga por parte de los dos pecados que los acompañaban, menos de Elizabeth y del cerdito.
Vio a Ban dirigirle la mirada apenas desde que lo fueron a sacar de la prisión Vaste, sabía que no había ido por él, pero estar inconsciente durante diez horas no era su plan, así que solo supuso que solo estaba molesto por no verla durante toda la noche.
Cuando menos se dio cuenta, estaba cruzando por el portal de la puerta de la taberna dirigiéndose a su siguiente destino hacia la ciudad de los muertos, donde ciertos rumores decían que se encontraba el siguiente pecado, King, el pecado de la pereza.
— Voy a tomar una siesta, me siento todavía cansada, capitán
— Claro, descansa. Cualquier cosa me llamas.
— Gracias
Con esa corta conversación se dirigió a su habitación para poder dormir un poco más, después de beber la sangre usualmente los vampiros toman "siestas" que pueden durar hasta varios días, pues su cuerpo esta apenas absorbiendo la sangre, pero como ella cada poco meses bebe sangre que no es humana, es decir, puede ser sangre animal, que es la que más consume, y la llega a digerir después de varias horas.
Pero ahora que bebió la sangre de Meliodas, necesita al menos unas 5 o 7 horas para poder digerirla.
Meliodas POV-
Cuando vi a Alessandra irse de inmediato para arriba, supe que debía dejarla descansar poco más de seis horas, mientras me preocupaba por esa ciudadela por los rumores surgidos en la poca investigación cuando Alessandra estuvo dormida (escuchando por los pueblerinos acerca de esa ciudad, o preguntando al que veía que podría tener información).
Lo único que descubrió es que el pueblo pereció en un ataque entre pueblos, y quedo abandonado hace bastante tiempo, por lo que no había habitantes en dicho pueblo.
— Capitán, ¿A dónde nos dirigimos ahora? - pregunto Diane
— Supongo que vamos hacia donde está enterrado el pecado de la pereza, Diane...- sabía un poco acerca de King y sus sentimientos hacia Diane, pero como ella siempre estaba más preocupada por la Ale o por mí, que nunca se confesó.
— Pero que no que gordo de King es invencible? - Me pregunto Ban directamente a mí en tono tosco, desde que Ale a estado dormida se ha comportado muy déspota con nosotros dos y no sabíamos.
Cuando salimos de la prisión es cuando empezó todo eso, por lo que tendré que confrontar más adelante. Pero por ahora me quedare callado hasta que Ale despierte.
Cuando menos nos dimos cuenta ya estábamos en aquel pueblo y Alessandra se encontraba mejor de lo que se veía hace un par de horas así que me sentí más tranquilo al verla con la misma tonalidad de piel que hace días.
