𝘾𝙖𝙥 8: 𝙌𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙤 𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩á𝙣...

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Anne tapó a los niños con sabanas, y a cada uno le dió un beso en la frente antes de irse de la habitación y dirigirse a la sala donde se supone que estaria Ron. Mientras caminaba por los pasillos no pudo evitar sentir tranquilidad por primera vez en el día, pues ella se encargó a voluntad propia de los tubbies recien rescatados.
Anne se sentía feliz de haber ayudado a aquellos niños, pero también apenada de que dos de ellos habrían muerto mucho antes que ellos los rescataran.

Anne llegó a la sala de intercomunicación y apenas abrió la puerta pudo ver a Ron y Lenny demasiado cerca uno del otro, como si estuvieran por besarse o pelear. Los tres se quedaron mirando unos a otros por unos segundos hasta que Lenny y Ron se alejaron.

—Ejem, holi— dijo el tubbie con antiparras en la cabeza.

—....¿Pero qué mierda estab-? Olvidenlo, sólo vengo a ver si saben algo de los tubbies en las tierras principales— dijo la pelirosa, entrando a la sala y interponerse entre los dos tubbies.

—Por mí parte: descubrí qué uno de los tubbies había sido trasladado en un laberinto de entrenamiento. Por otro lado, de los otros dos no tengo nada, es como si hubieran desaparecido— dijo Ron, mirando a otro lado mientras hablaba— Ah, por cierto...El único aporte de Lenny hasta ahora es decir idioteces y teorias fumadas de donde podrían estar los dos restantes.

—Mis teorias son buenas y sólidas, lo que pasa es que tú eres un amargado...— agregó Lenny mientras paseaba por la habitación llena de computadoras y papeleo sin terminar.

—Por dios...¿Cómo es posible que los otros dos hayan desaparecido del mapa?— preguntó Anne, ignorando la pequela discusión de los tortolos.

—Realmente no tengo idea. Pero hey, al menos sabemos donde esta uno, y a juzgar por cuanto tiempo estuvo allí encerrado no irá a ninguna parte.— dijo Ron, consolando a Anne.

—...Gracias, Ron....Y asegurate de que Miles no te vea apunto de algo con Lenny por que les vuela la cabeza a los dos.— dijo el tubbie rosa saliendo de aquella sala y volviendo a poner una cara larga.

Anne se sentía extraña, con un pesar inmenso en su ser e hiciese lo que hiciese se sentía peor. Anne vagó por los pasillos una vez mas, explorandolos aún y estando familiarizada con su entorno. Ella cerró sus ojos y detuvo su andar unos segundos, mientras su mente se concentraba en algo, un pensamiento.

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Anne estaba en el carro prendido fuego y apunto de explotar, despertando de su estado de inconsiencia ante el olor del humo. Desespererada, se sacó el cinturon que la hacía colgar del coche volcado, arrastrandose con prisa hacia afuera de este mismo. Anne tosía, intoxicada por el humo.

La mujer se paró del suelo, rengeando, cuándo se volteó tan solo un segundo pudo ver como algo se le tiraba encima a toda velocidad, lo tuvo tiempo de reaccionar de lo rápido que fue ese momento. Anne cayó al suelo, mientras forcejeaba con todas sus fuerzas por su libertad con una entidad: una niña de piel pálida y ojos sin pupilas. Anne pudo sentir un escalofrío y sentimiento de familiaridad al verla frente sí, pero no sabia de donde o como la conocía.

Aquella niña flotaba y parecía que no le costaba forcejear con Anne, solo se estaba divirtiendo al verla tan desesperada por su vida. La niña tenía una sonrisa de oreja a oreja, parecia estar mas que entretenida viendo este espectaculo, Los gritos desesperados y llenos de agonía de Mike calcinandose llenaron el aire mientras que Anne seguía en aquel forcejeo entre la vida y la muerte. La chica se balanceo hacia el tubbie, abriendo su boca de manera exagerada antes de emitir un sonido bastante agudo, parecido al de un grito el cuál estaba dejando sorda a Anne, un sonido insoportable.

𝙎𝙡𝙚𝙣𝙙𝙮𝙩𝙪𝙗𝙗𝙞𝙚𝙨: 𝙏𝙝𝙚 𝙧𝙚𝙨𝙪𝙧𝙚𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora