tres

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¿Hace cuánto no asistía a una fiesta? No una de esas en las que debe acompañar a sus padres y lucir linda y recatada mientras su padre habla de negocios y su madre organiza una nueva fiesta de té para algún fin de semana, más bien una en la que se le permite beber sin control y besarse con quien sea que también quisiera besarse con ella.

Todo bajo efectos del alcohol, claro. Haerin es demasiado tímida como para hacer algo como eso sin una gota de etanol en su sistema. Ella no lo recuerda muy bien, pero está segura de que la última vez que asistió a una fiesta fue en compañía de su ex mejor amiga.

Pero ese no es el punto.

Haerin está de pie frente a su armario repasando mentalmente algún atuendo acorde a su personalidad y ocasión. Está segura de que vestirse como normalmente lo haría es una buena opción cuando el clima todavía amerita no abrigarse demasiado, así que toma esa camiseta de botones verde y esos pantalones de mezclilla claros que han sido sus favoritos durante esta semana y comienza a vestirse.

Su reflejo en el espejo la convence lo suficiente como para decidirse por eso, así que cuando da un vistazo más pensando en si agregar o no algún complemento se asusta suavemente, no por su imagen, sino por el sonido de una notificación que hace su celular vibrar.

Se acerca a la cama y lo toma. Cuando se desbloquea automáticamente ve un mensaje de Kim Minji que dice:

"Pasaré por ti en 15 minutos" más un emoticón de nerd que hace a Haerin suspirar nasalmente y sonreír.

Lo cierto es que luego de ese incidente de Minji-salvándola-de-un-balón había cruzado más que unas pocas palabras con la chica. Muchas en realidad, todo gracias a que Minji parecía entender que no era una buena conversadora y que prefería tomar el lugar del oyente en una conversación de dos. No lo diría, pero Minji había saltado sus muros de manera tan veloz que estaba algo preocupada de lo extrovertida y amigable que era la chica, Haerin piensa que es demasiado amigable para su propio bien.

Así que de alguna manera había terminado dándole su número y, después de un par de insistencias (dos), había accedido a acompañarla a esa fiesta.

Después de esto no estaba segura de poder seguir siendo alguien tan bajo perfil como se lo proponía, después de todo, haber tenido a Minji cerca durante lo que llevaban de semana no había sido de mucha ayuda.

Pero estaba bien, querer mantener un perfil bajo no quiere decir que no pueda ser amigable de vez en cuando, ¿verdad?

Una nueva notificación vibró en su celular:

"Mentí, estoy a tres minutos" más un emoticón de lágrima que Haerin no sabría describir muy bien.

Tres minutos después Haerin cierra la puerta principal y, en un tiempo perfecto, ve el auto de Minji estacionar frente a su casa. Ella ve como Minji se baja para saludar y abrirle la puerta.

—Lamento haber llegado tan pronto.

Haerin tararea negando —Está bien. De todos modos ya estaba lista.

Minji asiente dándole una última mirada antes de cerrar y volver al asiento del conductor. Ella vuelve a girar la llave antes de decir —Te ves bien. Espero que nos divirtamos esta noche.

Haerin no tiene demasiadas expectativas, pero se permite asentir y decir —Divirtámonos hoy.

Aunque está segura que, después de los tres primeros tragos, no recordará demasiado.

El viaje es tranquilo, con Minji conduciendo con naturalidad mientras le pregunta cosas al azar para deshacer el silencio que solo la radio parece interrumpir. Haerin la escucha atentamente mientras avanzan por las calles de este pequeño pueblo.

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⏰ Última actualización: Apr 15 ⏰

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