Alfa sustituto | Checlerc

Capítulo 1: Motivos

Sergio llegó devastado de la visita con Jan, le tuvo que dar un tranquilizante leve para calmar sus nervios y feromonas que comenzaban a asfixiarlo. La puerta de su departamento lo recibió con un silencio aterrador, sorteó algunos carritos y blocks que estaban esparcidos por el living, arrastró los pies en el suelo de mármol blanco e ingresó a su habitación; sí, lo hacía de nuevo, se sentía preso en el pasado, pero era lo único que funcionaba para mantenerlo en paz, abrió el gran clóset de madera, con lentitud se introdujo para llorar y desahogar su dolor, estaba atrapado en hace 7 años, en Jules y la vida que se fue con él. Decir que recordaba con detalle es mentir, los meses siguientes al accidente los tiene bloqueados, si sigue vivo es por su familia y ex suegros, le explicaron quedó en shock después de la noticia, el único motivo por el cual su existencia seguía atrapada en este mundo estaba en un par de ojos café claro con pestañas rizadas, y una voz que lo llamaba "papi" cada vez que lo veía, parecía rogarle que no se fuera, aquellos ojos eran los mismo que los de su alfa.

Su teléfono vibró avisándole que pronto llegaría André, tomó fuerza de quién sabe dónde y salió de su escondite, se dirigió al baño para lavarse la cara y notando lo mal que se veía fue por una compresa fría para aplicársela en los ojos, esperando que 30 minutos se le bajara lo inflamado. Fingiendo la calma que visiblemente no tenía, fue a la sala y recogió los juguetes de su hijo, también comenzó a preparar la comida y se obligó a "funcionar" como si fuese una vieja computadora la cuál necesitaba cargar su sistema por media hora antes.

Escuchó como la puerta se desbloqueó y unos pequeños pasos corrieron hasta llegar a la cocina, volteó y se le iluminó la cara con una ternura total, solo necesitaba ver ese pequeño rostro para confirmar que haría absolutamente todo para seguir con su amado hijo:

-Mi Juju, ¿cómo te fue cariño? - se puso de cuclillas y esperó con los brazos abiertos a su cachorro, el ligero cuerpo impactó sobre él con un poco de energía que lo hizo tambalear.

-Papi, papi... rompí mi propio récord, gané y fui más rápido por 3 segundos.- gritó eufórico mientras Sergio le tomaba el rostro para darle un beso en la frente, aquellos ojos de Jules le devolvían la vida y la fuerza, esa mirada tan amable teñida de afabilidad mezclada con tristeza, parecía un cachorrito, además tenía la misma sonrisa tímida y luminosa, su cabello castaño claro y ondulado hacía juego con las pecas y la nariz que había heredado del mexicano, su hijo fue una extraña composición de los atributos más hermosos de los dos.

- Oh Dios, eso merece una celebración, porque mi Juju se esforzó muchísimo para lograrlo, ¿adivina qué hice de comer? -

- ¡¡¡HAMBURGUESAS!!!- Chilló y brincó emocionado, al punto que la gorra de Ferrari salió volando por los movimientos enérgicos del niño. Unos dedos gruesos adornados con múltiples anillos la tomaron del suelo para dejarla encima de la isla de la cocina, donde estaban los ingredientes de la comida, Sergio levantó la mirada para ver aquella cara tan conocida y regalarle una sonrisa agradecida.

-Muchas gracias por llevar a André al karting, te debo una...- antes que pudiera terminar la voz del niño se escuchó.

-Tío Charles, dile a mi papi que fui el más rápido, cuéntale como le gané a Hana...- el hombre de Ferrari rio ante los dos, mientras tomaba la mano de Sergio para ayudarlo a levantarse.

- Claro, sabrás tú que Hana Gasly es la persona más competitiva del circuito, y mientras nuestro André la rebasaba en la penúltima vuelta, ella se pegó al carro con una fuerza impactante pero no logró alcanzarlo, fue espectacular.- acarició el cabello algo aterrado de André riéndose.

- Oh Dios, ¿y después...?- pensó en aquella niña de ojos asiáticos con iris azul, conociendo a sus padres se imaginaba por dónde había terminado la situación.