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Terminé el postre, Tenko se había ido hace unos minutos y yo estaba en mi cuarto, la ropa que escogió para mi era linda pero aún seguía algo ansioso, no es que quiera ser amigo de la chica por quienes son sus padres, solo quiero intentar por una vez hacer un amigo yo mismo, aunque mi padre haya organizado todo, estaba en mi el entablar una amistad y de solo pensarlo me daban ganas de llorar

—por favor, no llores— habló de la nada
—¡AH! ¡CARAJO, VIEJO!! Ugh, ¿a caso quieres matarme? ¿Cuando llegaste?—
—hace un rato, pero murmurabas tan fuerte que no te diste cuenta...¿estás bien? Puedo cancelar si quieres— dijo mientras alborotaba mi cabello
—estoy bien, solo no quiero cagarla—
—se que puedes hacerlo, sabes que si no estás seguro o no te sientes cómodo puedes decírmelo, pero si dices que todo está en orden entonces te creeré—

Ambos salimos de mi habitación y bajamos a la cocina, puse una playlist, como siempre hacemos cuando cocinamos, y empezamos; una de nuestras cosas favoritas era cocinar juntos, a veces hablábamos de nuestro día, el viejo contaba alguna anécdota o simplemente disfrutábamos de pasar tiempo juntos sin necesidad de hablar

—más lento, presta atención o vas a cortarte— me regañó desde el otro lado de la cocina
—lo siento, sigo distraído—susurré avergonzado
—deja eso, mejor vigila lo que está en la estufa, recuerda no acercar tus manos, no queremos terminar intoxicandolos—

Asentí y le di el cuchillo, fui a donde el estaba y probé la cena

—¿y? ¿Que tal quedó?—
—no tiene caso que preguntes si ya sabes la respuesta, viejo— le dije mientras sonreía
—somos jodidamente asombrosos—

Terminamos los últimos detalles y apagamos todo, ambos tomamos un baño y nos cambiamos, estaba ansioso y nervioso causando que mis manos sudaran y soltara pequeñas chispas

Katsuki

Mi pequeño bastardo daba vueltas por toda la sala mientras el humo que provenía de sus manos se acumulaba en todo el lugar, rápidamente corrí a abrir las ventanas y encender los ventiladores para que se disipara

—kats, para, ya aspiramos bastante el humo, a este paso moriremos—

Murmuraba demasiado y empezaba a rascarse la cabeza al punto de jalarse el cabello, un viejo hábito que creí que había dejado hace tiempo, kats no parecía escucharme así que lo sujete de ambas manos y lo senté

—Katsuro, todo estará bien, estoy aquí contigo—
—l-lo siento— desvío la mirada
—deja de disculparte, lindo, no es tu culpa, es la reacción natural de tu cuerpo y esta bien— hice que me siguiera al baño y le di una toalla— debes bañarte y cambiarte, las toxinas de tus explosiones quedaron impregnadas en tu ropa y en ti, me encargare de la planta baja ¿bien?—

Kats asintió algo decaído pero parecía más tranquilo, aún teníamos tiempo así que limpie y desinfecte la casa rápidamente, en cuanto mi bombita salió de la ducha yo también tomé una y ambos volvimos a la sala

—¿te sientes mejor?—
—un poco...perdón por hacerte limpiar todo otra vez— me dio un abrazo y yo bese su frente
—basta, te dije que ya no te disculparas, solo respira profundo y confía en ti, siempre haces cosas increíbles, esto no debería alterarte tanto—
—ya lo sé— habló mirando al suelo Y pude notar sus orejas rojas así que me reí

No pasó mucho tiempo cuando escuchamos el sonido del timbre y una vez más las manos de Kats empezaron a hacer chispas

—¡OI! ¡CREÍ QUE YA HABÍA PASADO!—me quejé
—¡LO SIENTO!—gritó avergonzado

Le lancé una caja de toallas húmedas para que se desinfectara rápidamente y me dirigí a abrir la puerta

—¿interrumpimos algo? Kero— obviamente nos escucharon gritando
—tsk, claro que no, pasen y siéntense— dije mientras me hacía un lado para que pasaran
—es un gusto verte otra vez, bakugo—
—supongo que no odio tanto verte otra vez, cabeza de pollo—

The Next Heroes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora