Capitulo 20 (R+18)

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Macao y Kim se encontraban acomodados en el sofá de la lujosa sala del alfa.

La pantalla gigante iluminaba la habitación con imágenes vibrantes mientras una película de acción que apenas comenzaba a reproducirse.

Macao se recostó cómodamente, apoyando su cabeza en el pecho tonificado de Kim, quien rodeó su hombro con un brazo de manera protectora.

Kim no dudo en colocar una mano en su frondoso y amoldeable trasero, jugando distraídamente con el dobladillo de su camisa.

¿Estás cómodo, Omega?- preguntó Kim con un tono cálido y protector.

Macao asintió suavemente, sintiéndose seguro y relajado en los brazos de su compañero..

Sí, Esta película se ve emocionante- dijo viendo la pantalla

A medida que la trama se desarrollaba en la pantalla, Macao se dejaba llevar por la acción, mientras Kim lo sostenía con ternura, disfrutando tanto de la película como de su cercanía.

De repente, Macao sintió una sensación de sorpresa y anticipación cuando notó que la mano de Kim se deslizaba por debajo de su short, explorando con atrevimiento.

Un escalofrío recorrió su espalda, y su corazón comenzó a latir más rápido mientras se preguntaba qué vendría a continuación.

¿Te gusta, Omega?- preguntó Kim con un tono cálido y sensual, sin dejar de acariciar suavemente.

Macao apenas pudo balbucear una respuesta afirmativa, su mente llena de emociones encontradas mientras se dejaba llevar por la excitante sensación de la mano de Kim explorando su intimidad mientras disfrutaban de la película juntos.

Macao sintió la pulsante excitación de Kim mientras sus manos seguían explorando audazmente bajo el short.

Inspirado por la pasión que ardía entre ellos, deslizó su mano por el pecho tonificado de Kim, sintiendo el latido de su corazón acelerado bajo su palma.

Con determinación, Macao continuó su camino hasta que encontró el enorme bulto que se formaba debajo del short de Kim.

Un suspiro escapó de sus labios al sentir el calor y la rigidez de la excitación de su compañero, y su propio deseo se intensificó aún más.

Kim gimió suavemente ante el contacto, su respiración entrecortada por el deseo. La intensidad del momento los envolvió, y en ese instante, la película y todo lo demás se desvanecieron en comparación con la conexión carnal que compartían.

Con cada roce y cada gemido, Macao y Kim se entregaron el uno al otro, sumergiéndose en un éxtasis compartido que les dejó sin aliento y ansiosos por explorar más de su pasión mutua.

La sala de la mansión principal se llenó de un silencio cargado de tensión y anticipación mientras Macao y Kim se entregaban completamente al deseo que los consumía.

Cada caricia, cada suspiro, cada mirada intensa entre ellos aumentaba la pasión que ardía en la habitación.

Macao, embriagado por la intensidad del momento, se dejó llevar por el impulso del deseo. Con manos temblorosas pero decididas, continuó acariciando el abultado miembro de Kim, provocando gemidos ahogados de placer.

Kim se arqueó ligeramente, respondiendo a las caricias de Macao con un fervor igualmente apasionado.

Sus labios se encontraron en un beso ardiente y desesperado, mientras sus cuerpos se movían juntos en un baile de pasión y lujuria.

El tiempo parecía detenerse mientras se perdían en el éxtasis del momento, cada sensación, cada contacto, grabado en sus mentes para siempre.

En ese instante, Macao y Kim se convirtieron en uno, fundiéndose en la ardiente fusión de sus deseos más profundos, entregándose completamente el uno al otro en un torbellino de pasión desenfrenada.

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