Capítulo 3

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Las ponis seguían abrazadas, proporcionando apoyo a su querida amiga, rodeándolo con cascos y alas. El grupo de amigas estaba en contra del actuar de Celestia, sabían perfectamente que Discord no era de fíar y tenían el pensamiento firme de que Twilight era totalmente capaz de combatir contra Tirek, idea errónea, ya que desconocían el gran peligro que significaba el centauro.

—Hoy es nuestro último día aquí ¿Qué tal si salimos a disfrutar?—Propuso Rainbow Dash mientras daba pequeñas volteretas en el aire.

Todas las presentes asintieron y junto con el pequeño dragón morado se dirigieron a una heladería para saborear un rico helado de distintos gustos y sabores. El grupo disfrutaba de su mutua compañía, contándose anécdotas entre sí y riendo a carcajadas en el progreso, tiempo en el cual, el pequeño Spike le hizo una singular pregunta, que captó la atención de las ponis:

—Twilight ¿Quién era ese pegaso con el que estabas anoche?— Cuestionó el pequeño mientras lamía su cono.

—¿Un pegaso?— Preguntó Rarity.

—¿Cómo se llamaba?— Cuestionó Rainbow Dash, con el fin de saber si lo conocía al sujeto.

—¿De qué hablaron?— Preguntó en voz baja y con cierta timidez la bella Fluttershy

—Oh, em, era un guardia real, se llamaba Flash Sentry, nos encontramos afuera, en el balcón, y comenzamos a conversar, trataba de alentarme, es todo— Contestó, un poco nerviosa, por llamarlo de algún modo —Es muy amable y carismático— Sonrió mientras agregaba esa pequeña frase a su respuesta.

—Oh, deberías presentarnos a tu nuevo amigo algún día, Twilight— Exclamó Applejack.

—No creo que seamos amigos aún, hablamos en dos ocasiones únicamente y fueron muy cortas nuestras conversaciones— Acotó la alicornio.

—Conociéndote, muy pronto lo serán, después de todo ¿Quién no querría ser tu amigo?— Expresó Spike.

—Aunque no creo que Twilight quiera ser únicamente amiga de Flash— Dijo bromeando la unicornio.

—¿Qué insinúas Rarity?— Demandó curiosa la princesa.

—Oh, nada querida, no es importante— Respondió entre carcajadas, provocando la risa de las demás.

Mientras las amigas disfrutaban de sus deliciosos helados y conversaban sobre el joven pegaso, en el palacio, Candance, se encontraba hablando con Celestia sobre la amenaza que representaba la posible alianza entre Discord y Tirek.

—¿Cómo se te ocurre?¡Discord nos puede traicionar en cualquier momento!— Candance protestó alzando la voz levemente.

—Es nuestra única opción, no tenemos otra alternativa—  Argumentó Celestia, mientras observaba por una ventana esperando el momento de bajar el Sol nuevamente.

—Sí, la tenemos, Twilight y sus amigas son completamente capaces de combatir a Tirek— Objetó Candance.

—¡No la voy a enviar a Twilight— Suspiró. —Si algo le llegara a suceder a Twilight, jamás me lo perdonaría— Replicó con angustia la alicornio.

Candance entendía el pensar y sentir de su amiga, sabía que Celestia veía a Twilight como a una hija y la amaba como tal, pero también sentía la corazonada de que su cuñada era lo suficientemente poderosa para proteger Equestria junto con sus amigas, limitándose a suspirar y enunciar:

—Lo entiendo, pero, si Discord no actúa, no deberías limitar a Twilight, es una princesa, al igual que nosotras.— Dijo, retirándose de la habitación.

Celestia observaba a Candance alejarse, reflexionando sobre si su plan daría frutos o empeoraría la situación, hundiéndose en su imaginación sobre posibles escenarios catastróficos, llegando su hermana a darle ánimos, rodeándola con sus alas y cascos.

Estaba llegando el momento en el cual es Sol descendía del cielo para darle paso a la imponente Luna que iluminaba la oscura noche junto con sus numerosas estrellas, el crepúsculo estaba llegando y la hora tan ansiada por Flash estaba iniciando. El pegaso se dirigió a la parte superior del palacio para contemplar tal obra de la naturaleza. En esos momentos, el joven sentía una inmensa paz y tranquilidad, era el único momento en el cual dejaba de lado cualquier pensamiento negativo y disfrutba de la bella "hora dorada".

—Hoy estás más brillante que nunca, mamá—  Murmuró el joven mientras observaba detenidamente y con una mirada que reflejaba una total serenidad.

Flash volteó repentinamente al oír un sonido proveniente de detrás suyo, encontrándose con la princesa Twilight y sus amigas recorriendo el palacio antes de su partida. El pegaso dirigió su vista hacía la poni de pelaje morado y cuerpo alado, chocando su mirada con la de su contraria, saludando con una sonrisa a la princesa, algo sonrojado la verdad. La joven devolvió tal saludo, contestando con una sonrisa y mirada alegre, cautivando, nuevamente, al guardia. No entendía el porqué, pero cada vez que la princesa le dirigía la mirada, se sentía en las nubes, sin poder evitar sonreír o sonrojarse levemente.

—¿Qué me ocurre?— Murmuró mientras alzaba la vista para contemplar su tan amado atardecer.

—Hola Flash ¿Cómo has estado?— Preguntó Shining Armor llegando por detras del joven guardia.

—Buenos días señor, estoy bien, gracias por preguntar— Contestó, sin despegar su vistada del espectáculo que yacia frente a sus ojos. —¿Cómo ha estado usted, señor?— Volteó levemente para mirar a su superior.

—Me alegra oír eso, he estado bien por el momento— Replicó el unicornio.

—Señor ¿Qué significa estar enamorado?— Consultó el pegaso, inclinando una poco su cuerpo en dirección contraria al del su contrario.

—No sabría decirte con exactitud, cada poni se enamora de forma distinta, así que tendrás que descubrirlo por tí mismo— Contestó Shining Armor, situándose al lado del chico —Pero ¿Por qué me preguntas eso?— Cuestionó.

—Por nada en especial, solo, tenía curiosidad— Contestó dudoso el pegaso.

—No eres bueno para mentir— Exclamó soltando una pequeña risa.

Flash le siguió la risa y miró el atardecer junto a su amigo, ambos disfrutaron del momento en total silencio, hasta que finalmente, anocheció.

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HOLAA!

Quería disculparme por no subir capítulo y por subir uno muy corto, he estado ocupada con los estudios y en verdad necesito pasar, he tenido algunos problemas y no estoy segura de podré subir otro capítulo en toda la semana, haré lo posible, gracias a todos por el apoyo y los comentarios, me alegran y motivan mucho, de verdad, muchas gracias a todos y nuevamente, lo lamento mucho.

𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒋𝒆𝒏 𝒅𝒆 𝒃𝒓𝒊𝒍𝒍𝒂𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora