Estaba adormilada al momento de escuchar a mi madre en la puerta.
—¿Puedes ayudarme? Necesito que te ocupes aquí, cuando necesito lista la comida y yo haré la carne...
Escuche sus palabras algo distantes pero asenti, me levanté y me frote los ojos, camine hacia la salida de la habitación y me metí en la puerta vecina la cual era el baño.
Me mire en el espejo y hagarre una liga que tenía siempre en mi muñeca, hagarre mi cabello sin mucho cuidado y lo ate dejando un mechon corto molestándote la vista.
Me lave la cara y regrese a mi habitación para colocarme lo primero que encontrará.—¡Mary, el desayuno ya está!— escuché la voz de mi padre en la planta baja, así que termine de ponerme algo abrigado (aunque no hacía mucha falta) y baje las escaleras entrando en la cocina con una pequeña sonrisa.
—buenos días... ¿Descansaron bien?— me senté en la mesa y en ese mismo momento salte de un susto —¡¿Y tú qué haces aquí?!
Criss se estaba riendo a mi lado y me sonrío muy feliz, mi papá me miraba como si ambas fuéramos una escena muy extraña a sus ojos y mamá nos vio y se rio de nosotras, puede que de manera amistosa pero en verdad se estaba riendo de la expresión que puso mi pobre padre que tenía que estar soportando eso desde tan temprano.
—Ella está más emocionada que tú — Carol me miro algo burlona y siguió comiendo tranquilamente.
Ella me recordaba tanto a mi hermana mayor la cual ya no veía muy seguido, y que decir de mi hermano que solo dormía y se iba, por eso cualquier compañía era muy grata para mí, aunque no fuera muy buena mostrandolo.
—Carol se ve más animada de verme que tú, eso me ofende mucho— estaba desayunando a mi lado, casi me da un infarto.
—No sabía que vendrías, debiste decirme...
—Te mandé un mensaje— me reclamo —Pero nunca respondiste, así que llame a tu mamá y me dijo que claro que sí que podía venir— ¿Por qué suena tan contenta?
Bueno, no había respondido por qué tenía la costumbre de dejar mi teléfono apagado justo en la mesa del comedor, el cual no usamos mucho por qué solo somos 4 personas que siempre están por aquí. Pero eso no tiene nada que ver, la cosa es que siempre llevo ojeras, pensé que era por no dormir por distraerme con mi teléfono, resultó que mi teléfono no tenía la culpa pero ya me ha ia acostumbrado a dejarlo lejos de mi.
—Bien sabes que nunca te voy a responder en las mañanas— bostezo un poco y luego le sonrió —¿Por que vienes tan temprano? No creo que sea para ayudarme.
—Vine aquí para llevarte de compras por qué tú mamá y yo coincidimos que no tienes nada para una fiesta— se veía muy emocionada, pero lo que dijo no me causo nada de emoción.
—No me gusta ir de compras... Ya sabes que no tengo mucho gusto por esa ropa, al final no me termina gustando nada...
—Iras después de ordenar todo aquí, si? Ese fue el trato— no esperaba escuchar a mi padre hablando ahora, pero gracias al cielo tenía tiempo para convencerla de no ir.
—Claro que si, yo ordenare la sala— Criss sonrío demaciado feliz y orgullosa de encargarse de algo.
—Bien sabes que la sala todo el tiempo está limpia— me mira con una sonrisa inocente y sigue comiendo una tostada.
Cuando mis padres se van a dejar a Carol a su entrenamiento deportivo, Criss se queda al lado mío despidiéndose como si fuera mi hermana.
A veces no se que decirte...
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Este Maldito Cliché
Teen FictionEstaba aburrida y reescribi por completo la idea original del libro. No se enojen jaja