𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐑𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍𝐄𝐑𝐎𝐒| ❝A traves de una suave melodia se escribio la más bella de las historias, una llena de sentimientos amargos y dulces; sin embargo, el ruin de tus acciones decidio el final del primer acto, mas, la fatalidad de las suya...
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Los dias no planeaban volver a la perpetua cotianidad, no sólo por el sentimiento que esos últimos años lo acomplejaba y atormentaba, el cual por cierto, muy adentro y oculto de él estaba.
Si no porque el clima estaba vuelto loco. Un día hacia un frio bastante de infierno, en otras un calor escalofriante. La contaminación ha de tener la culpa, consecuensia del poco cuidado del planeta por parte de las personas.
Jorge de seguro esta quejandose de eso mientras bota papeles descuidadamente por su habitación, al no encontrar una inspiracion para sus proximas canciones, cargadas de rebelion, pasion y verdades.
Rio ente su pensamiento, solia hacer eso, pensar de más a veces, en personas, cosas, momentos; sus accidentes vergonzosos eran aquellos que siempre lo gobernaban, en otras simplemente fluia, quizas como todo adolescente.
Aunque tal vez ya no podria denominarse asi, este año habia cumplido 17, sus demás amigos ya contaban con 18.
Jorge y Miguel eran los mayores, o quizas él era el menor, es diferente en como lo veas. A pesar de ser solo un año era el mas infantil y lento.
Al principio por esta razón no se llevaba tanto con Miguel, a los catorce el aseguraba saber cada cosa, se las daba de adulto y eso no le gustaba, ya que Miguel siempre se burlaba de él como los adultos hacen.
--Claudito, ¿puede ir a comprar pan?-- Su madre entró a su habitacion.
Ella era una mujer bastante baja, apenas y media 1,55. Era muy dulce, sin embargo cuando se enojaba era realmente doloroso, jamas lo golpeó, al menos que recuerde, sin embargo sus regaños eran bastante fuertes.
--Si mamá, al tiro voy-- La mujer dejo el dinero en la mesa de noche, dio las gracias suavemente mientras halagaba lo buen hijo que era.
Se puso los zapatos y partió, ahora hacia un calor terrible, veía gente con ropa corta, tomando helado, usando ventiladores y demás.
Suspiro, debio ponerse un gorro antes de salir, pero nunca espero que el sol prácticamente quemara. Se iba a desmayar antes de llegar al negocio más cercano.
