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Al día siguiente luego de despertar, Ovidio ya estaba ahí pendiente de mi, me indico dónde bañarme y bueno me prestó ropa suya, al principio no quería aceptar pero bueno no iba a andar con la misma ropa del día anterior.

Después bajamos a desayunar y lo mire mientras estábamos en la mesa

Jennifer: Oye, no fui a trabajar ¿Me vas a pagar el día?

Ovidio: si chula, hasta triple *ví que rió y sonreí* de hecho... Hay algo que quiero hacer pero no sé que opines...

Jennifer: cuéntame señor, y háblame más de ti... Siento que tú sabes más de mi, que yo de ti

Ovidio: *rio* bueno ocupamos una empresa más para lavar...pero igual para tener ingresos limpios y como se que la agencia de viajes modernizandola sería rentable, quiero comprarla

Jennifer: ay, mira que hombre de negocios *reí* es buena idea... Entonces debería llamarte jefe?

Ovidio: pues si quieres...pero voy a necesitar a alguien que lo sea después y como veo que eres dedicada en tu trabajo, te daré ese ascenso *sonrió tomando un trago a su café*

Jennifer: ay Ovidio... No puedo aceptar tanto, debo esforzarme... *lo mire con los ojos llorosos*

Ovidio: yo quiero hacerlo, acéptalo chula se que sabes lo que haces y quiero ayudarte también

Jennifer asintio y le dió un abrazo a su contrario, este lo correspondió dándole unas palmaditas en la espalda

Jennifer: muchas gracias patrón *ríe y se separa*

Ovidio: de nada *ríe* oye quiero preguntarte algo...

Ella asintio por lo que el contrario prosiguió

Ovidio: anoche dijiste que querías venderme dos kilos de coca... ¿Dirías litros no? *Ríe*

Jennifer: yo... Los tengo *Ovidio se quedó serio* osea yo pues no te he contado todo realmente... yo huí de Colombia con esa mercancía pero...fue porque debía tener algo que vender seguro en caso de que no consiguiera un buen trabajo

Ovidio: hija de tu madre...¿Pero por qué? A ver ¿Apoco nos querías tumbar plaza? *Se empezó a reír*

Jennifer: que mamón tampoco así, que iba a hacer yo sola, tu hermano primero me manda matar *reí y suspiré* yo trabajaba con mi ex pareja en Colombia el era parte del cartel de medellín, de principio yo no movía drogas fui prostituta mucho tiempo pero fue porque el me llevo con engaños, me hizo creer que tendría una hermosa vida a su lado pero no, me llevo para explotarme y que ganará dinero para el... *Bajo la mirada*

Ovidio: *se quedó sorprendido en parte por lo que le contaba y después su semblante de seriedad regreso* ¿Sigue vivo ese wey?

Jennifer: sinceramente no lo sé, después de que veía lo fácil que ganaba el dinero entre a traficar junto con él, hasta que empezó un problema con uno de sus hermanos... *sintió el nudo en su garganta y lo miro sin poder continuar*

Ovidio: no mames... Oye tranquila si *sobo su hombro* no llores...

Jennifer: tengo que...contarte todo *suspiro* el pacto con su hermano que yo le haría un favor sexual y con eso quedaba su deuda pagada, no lo hice el día que me presenté llegue y actúe como si, pero no lo termine envenenando... Escape y días después el me encontró, peleamos iba a matarme obviamente por lo que había hecho pero no lo logro, yo llevaba un arma escondida y le dispare a su escolta y a él, de ahí me escape y me vine de inmediato para acá a México nuevamente *muy en el fondo sentía alivio de sincerarse*

Ovidio se levantó y puso sus manos en su cintura mirándola tratando de asimilar todo lo que le contaba

Ovidio: Jennifer... erga, es que con esa cara tuya...es difícil asimilar que viviste e hiciste todo eso *soltó una pequeña carcajada* pero una vez más compruebo que las más tranquilas son las cabronas

Jennifer: pues si... No me enorgullece pero yo debía vivir, no iba a estar toda mi vida así...

Ovidio: tienes ovarios la verdad, así me gustan cabronas para que me peguen *ella rió e igual yo* pero dime ¿Y esa droga? Cuál era tu plan final?

Jennifer: bueno si...lo requería me acercaría con ustedes y la ofrecería, se sabe que el polvo blanco de Colombia es de los mejores y bueno yo les vendería para no morir de hambre y también pues...me las arreglaría en caso de sociedad y poder conseguirles más *tomo un poco de jugo*

Ovidio: ay wey...que aventadita pues mira, yo por ahora guardo tu secreto chula, tu idea me agrada en cierta parte pero siento que mereces un gran descanso de todo eso *tomo su mano* así que ya no te estreses, yo te lo compro y bueno ya veré qué le hago si *beso su mano*

Jennifer: está bien... si yo la verdad me siento por ahora en otra onda, gracias por cuidar lo que te acabo de contar y me disculpo la verdad, creo que tenías otro concepto de mi y pues...resultó otro

Ovidio: no te preocupes chula, vamos excelente me gusta que haya confianza, y no te preocupes creo que eso me va a encular más de ti *se ríe*

Jennifer: ay que dices ratoncito, eso es lo que me asusta, que nos enculemos...

Ovidio: no te pases, literalmente andas corriendo por tu vida y te da miedo eso *ríe* solo sé tú, eso te hace especial

Ella sonrió y le dió un abrazo amistoso el cual correspondió, comenzó a acariciar los cabellos de la chica y dejo un beso en su mejilla.

Jennifer: ahora sí hablemos de precios... quiero veinticinco mil dólares por cada uno

Ovidio: no das paso sin huarache tú, veinte...

Jennifer: veintidós ni tú ni yo *lo miro fijamente*

Ovidio: está bien chula, acepto *nos dimos la mano y ella rió*

Jennifer: Me gustó hacer negocios contigo TopoGigio *beso su mejilla*

Ovidio: cuando qui... Eh no seas mamona *ríe y miro su reloj* a la, tengo una junta importante en hora y media, ¿Te llevo ya a tu casa?

Ella asintio, apenas terminaron el desayuno y de hablar fue por su bolsa, Ovidio termino de alistar unos papeles y luego salieron en la camioneta, de camino fueron en lapsos en completo silencio, ella se sentía ya tranquila de haber sido sincera pero le quedaban dudas sobre él, quería saber más ahora era ella la que debía conocerle más.

Cuando llegaron a su casa luego de una hora, lo miro con atención

Jennifer: gracias por traerme... ¿Puedes pasar más tarde por lo que acordamos?

Ovidio: de nada guapa, claro lo haré *dijo algo serio*

Jennifer: *asintio* bueno... Te veo más tarde y espero que no cambie nuestra amistad...

Ovidio nego con una sonrisa y su contraria bajo entrando a su edificio, después se marchó, hundido en sus pensamientos asimilando la información, quizá en el fondo algo si cambiaría de su relación y era que ahora estaba más decidido en seguir cerca de ella.

No le importaba lo que había pasado antes, no sé alejaría por eso, no la juzgaria pues al igual que ella cargaba errores en su historial de vida pero bueno eran los gajes del oficio, las circunstancias de la vida que en esos momentos se habían puesto como obstáculos.

La protegería porque sentía la necesidad de hacerlo, después de mucho tiempo era la mujer que le volvía a despertar algo genuino dentro de él y está vez haría que funcionará, por algo el destino los había cruzado.

Apariencia Engañosa •OGL• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora