Apariencia Engañosa •OGL•

C - 1

Pues me encuentro aquí en Medellín Colombia, con mi entonces novio Raúl Quintero, que hago acá le ayudo con sus negocios familiares, el muy maldito echo a perder la buena relación que llevábamos con su familia, ¿saben que quiso hacer? Que me cogiera a su hermano para saldar así la deuda que tenía. Obviamente no supe que hacer en el momento y estoy aquí en esta casa... Buscando a su hermano Rodrigo, pero... El no sabe que yo vengo armada, así sea un suicidio no haré eso, no me rebajare así.

Raul: Porque no lo hiciste idiota?! Sabes en el problema que estamos ahora, mexicana malparida, ¿tan difícil era? Si a esto te dedicabas cuando te conocí

Jennifer: -me moleste demasiado y le di una cachetada importandome poco que estuviera ahí su escolta- no, no lo iba a hacer, ya lo solucione... murió

Raul: mataste a mi hermano...no sé que me molesta más que hayas hecho eso o que seas una inútil -me tomo fuerte de los brazos-

Jennifer: me importa poco lo que pienses de mi, ya déjame me voy a ir...te solucione el problema, puedes seguir con tu vida de mierda -lo aparte y este de inmediato quiso ahorcarme, le di una patada en la entrepierna-

Todo fue demasiado rápido, su escolta desenfundó su arma e igual hice aquello, le solté un tiro al mismo tiempo que él, me rozo la bala y me queje por el dolor, pero aquel por suerte había caído muerto, mire a Raúl una vez más antes de darle un cachazo con el arma y tomar las llaves del auto para salir huyendo.

Culiacán, Sinaloa (actualidad)

Al principio me vine a vivir a la ciudad de México, pero me ofrecieron trabajo acá y me tuve que mudar, realmente aquí me gusta más porque me mantengo más oculta por así decirlo, han pasado ya un año y seis meses de aquel suceso, no volví a saber nada más de Raúl y ojalá no vuelva a saberlo, volví a trabajar una chica me había ofrecido un puesto en una agencia de viajes, era un trabajo aburrido a diferencia de lo que hacía antes, pero prefería esto a volver a bailar para los hombres o peor aún comerciar drogas, aún así solía ir a un antro prestigioso de por acá, siempre veía a los mismos tres hombres en una de las áreas VIP. Todos los respetaban.
¿Que eran realeza o gente con negocios turbios cómo de los que venía huyendo de Colombia?

Jennifer: ¿Quiénes son esos muchachos de allá Paulette? -pregunte a mi amiga, una compañera del trabajo que siempre me invitaba a salir.

Paulette: Ay Jenni, son los dueños del antro... Son muy conocidos acá, ¿sabes del Chapo Guzmán?

Yo asenti, había escuchado el nombre varias veces en la televisión y aparte cuando estaba aún en Colombia parecía que uno de sus hijos tenía tratos con el hermano de Raúl.

Paulette: Bueno ellos son sus hijos... El mayor es el que está sentado enmedio de las dos mujeres -yo miraba de reojo- sus otros dos hermanos son el que juega naipes y el otro que está enseñándole su arma al tipo que los acompaña

Jennifer: Vaya veo que sabes muy bien de ellos...están muy cuidados

Paulette: -rio- no, solo los mitotes que dicen por ahí, la verdad nunca he hablado con ellos...me daría miedo ¿Tú les hablarías?

Negué riéndome y seguimos disfrutando de el lugar, un tipo me invitó a bailar y acepte, estaba siendo muy respetuoso hasta que sentí que me manoseo y lo empuje

Jennifer: Que te pasa imbécil, no te quieras pasar de listo

X: Ay déjese ombe, no haga escándalo, mejor coopere -se levanto un poco su camisa y vi que traía una super fajada

Me reí por la acción y le di una cachetada, aquel tipo se enfureció y me apunto con el arma, todos los presentes se sorprendieron, el ambiente se tenso y rápido se hizo el bullicio, dos tipos de acercaron calmandolo al igual que uno de aquellos hombres que estaban en la zona VIP

X: Ya valiste madres pinche vieja...

X2: Ya cabron, vámonos -entre el y el otro tipo lo sacaron, yo solamente mire en ningún momento me sentí con miedo, era algo que ya no me asustaba.

Ovidio: Bueno aquí ya no pasó nada, pueden seguir disfrutando, las cuentas corren por la casa -todos festejaron y voltee a ver a aquella mujer que digo mujerón- ¿estás bien?

Jennifer: -después del suceso, todo siguió con normalidad y al escuchar aquella pregunta mire a aquel hombre y asenti aún sin quitarle la mirada de encima- si gracias, ¿que le harán al tipo?

Ovidio: No mucho solamente que aprenda a respetar a las mujeres y no vuelva a hacer esos escándalos, no se preocupe... ¿Por qué no se asustó?

Jennifer: Simplemente mi mente se bloqueó y creo que porque sabía que no se iba a arriesgar a dispararme con tantos testigos cerca...

Ovidio: Bueno que confiada... -me miro extrañado y después me sonrió - mi nombre es Ovidio Guzmán... ¿Tu eres?

Jennifer: Jennifer Garza, vaya manera de conocernos ¿No crees Ovidio?

El asintió, me invitó a ir con el a la zona VIP pero simplemente me negué, le dije que debía irme pues mi amiga y yo solo estaríamos un rato y porque debía trabajar al otro día, el lo entendió y me dió un papel con su número, le agradecí y volví a con mi amiga, ella me miraba preocupada

Paulette: Jenni, estás bien? Dios casi te pierdo amiga

Jennifer: Ay tranquila Pau, estoy bien...

Paulette: Por cierto ví que hablaste con un Chapito... ¿Qué te dijo?

Jennifer: No mucho solo que si estaba bien y pues se presentó conmigo... Me dió su número y bueno me había invitado al VIP pero lo rechace

Paulette: Wow amiga... Eso si es tenerlos grandes, rechazar a alguien como él -ambas nos reímos y salimos del lugar-

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Ivan: ¿Y que fue eso? Ya hablé con Paco para que deje de andar haciendo esas mamadas, pinche vato no la controla, si sigue ya sabe que le toca tabla

Ovidio: Si neta se paso, la plebe se veía tranquila ¿Sabes que la invite aquí con nosotros y me dijo que no?

Alfredo e Ivan rieron por aquello

Alfredo: Pinche salado tú, pero bueno que bien que la morra no vino sino acá míster, no perdona nada

Ivan: Ah qué la, ¿Y como se llamaba wey?

Ovidio: -rio- che Alfredo, ella Jennifer, no sé pero me sorprendió que cuando el Paco le estaba apuntando ella ni parpadeaba... Cómo si antes hubiera pasado por alguna situación similar

Alfredo: Tu ya andas pedo wey...

Ivan: Pues yo que tú, la mandaba investigar, capaz es informante

Alfredo: Al chile, o trabaja con la DEAbajo -Ovidio le dió un zape y se rieron- ya ombe

Ovidio: Pendejo, si voy a mandar a investigar, me quedé con la intriga...

Los hermanos se quedaron un rato más hablando hasta que después cada quien se fue para su respectivo rancho.

Ovidio en todo el camino no dejo de pensar en poder saber más de aquella muchacha.