La mitad de una gacela es lo único que pudo devorar antes de ser interceptado por un grupo de hienas. Y si bien no obtuvo por completo la ingesta de alimento que requería, al menos podría pasar el periodo post celo sin tanto apetito atormentado su estómago.
Fue frustrante: Manjiro tuvo que huir y dejar que los carroñeros robaran su presa. Los cambiantes que lo sorprendieron llegaron de todas las direcciones posibles, lo superaban en número por mucho y terminó acorralado y en peligro mortal.
O les dejaba la presa o él se convertiría en la cena.
A veces ser el félido "más débil" entre los grandes felinos le pasa factura. Había peleas que simplemente no podía ganar por más que luchara con toda su fuerza. Aunque salió ileso, su orgullo quedó un poco herido y no paró de gruñir la mayor parte del día.
Maldito izana y su horrible grupo de oportunistas...
Por la tarde y más calmado, mientras conversaba a la orilla del río con el Alfa cocodrilo Baji, el guepardo nota que la sensibilidad de su cuerpo aumenta, al igual que su temperatura corporal. La leve sensación de hormigueo situado en su vientre es una señal que Manjiro reconoce. El ciclo de calor está comenzando.
Tuvo que despedirse de su amigo, no sin antes beber una gran cantidad de agua. Manjiro regresa a la cueva que llama hogar, de la cual no saldrá por días hasta que su comportamiento y síntomas febriles desaparezcan.
Con la posibilidad de conseguir un compañero casi nula, el guepardo se la pasa maldiciendo camino a casa. Aún tiene que preparar su nido y eso le llevará algo de tiempo.
El sol se desvanece en el horizonte al pasar las horas, y la melodía noctura de los ruidosos insectos y aves le acompaña mientras camina de un lado a otro, llevando lo necesario para suavizar y acondicionar su nido. Al finalizar, se toma unos momentos para descansar.
Manjiro está considerando pasar el celo siendo un guepardo, de esta manera los síntomas no serían tan molestos y podría defenderse si un intruso aprovechaba su momentánea vulnerabilidad y quería echarle a la fuerza.
Sin embargo, antes de entrar a la seguridad brindada por su cueva, Manjiro debe verificar que no haya ningún cambiante sospechoso en la zona. Hacerlo con rápidez es necesario porque para este punto, los síntomas del celo han empeorado; Sus piernas se sienten pesadas, la brisa nocturna provoca estragos en su cuerpo hipersensible, la cabeza le duele y en poco tiempo comenzará a mojarse en cierta parte en específico.
El estado letárgico y febril en el cual se hunde al pasar de los minutos es la última advertencia, necesita concluir la última inspección a su territorio, entrar a su nido y ponerse lo más cómodo que le fuera posible antes de que su cuerpo empezara a prepararse para un Alfa que no llegaría.
Pero cuando está por cambiar a guepardo e ir a inspeccionar los límites de su pequeño territorio, Manjiro percibe y oye una ligera perturbación a pocos metros. Las orejas felinas se levantan de inmediato y se detiene, antento a cualquier ruido.
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Llamado Natural (Takemai) Omegaverse Adaptacion
FanfictionEl guepardo manjiro quiere cachorros, siempre ha querido cachorros. Y la desesperación por satisfacer esta necesidad natural lo agobia de una manera inimaginable. ¿Tal vez sea momento de expandirse y marcar más allá de su territorio? Takemichi Han...