-Te daré los papeles del divorcio si me acompañas por 7 días a un crucero.- dijo ella.
-¿Estás loca o que? - grito con enojo ¡Vete al demonio!
-¡Entonces olvidate de este maldito divorcio! - grito golpeando la mesa.
Adaptación le pertenece a MyBlack...
Sábado por la mañana en algún lugar de los Ángeles, una chica de aproximadamente 23 años se mantenía acurrucada sobre el gran sofá de su ahora solitario apartamento mirando fijamente el teléfono junto algunos documentos desde hace ya varios minutos.
La chica suspiraba una y otra vez mirando con tristeza aquellos documentos que nunca en su vida pensó que llegaría a firmar pero que ahora lo había hecho y no porque hubiese querido - al fin eres libre - susurró mirando la pantalla de su teléfono con la foto de la mujer que juro amar por toda su vida.
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-al fin te daré lo que siempre has pedido - las lágrimas no se hicieron esperar más y cayeron silenciosamente de sus ojos hasta perderse en su rostro. Fueron demasiadas las noches, en la que se encontró en la misma situación de ahora, donde no podía hallar consuelo para calmar a su lastimado corazón, donde no podía hacer desaparecer esas dudas que la carcomían el alma haciéndola cada vez más débil - ¿que nos pasó, mi amor? - pregunto a aquella fotografía que claramente no iba a responder a sus preguntas, mientras sus lágrimas brotaban con mucha más fuerza - ¿por que a nosotras que tanto nos amábamos? - preguntaban mientras lo único que recibía era un ensordecedor silencio.
Después de unos largos minutos de desahogo mirando aquel bonito retrato que aún permanecía en su pantalla, al fin logró tomar el valor suficiente de marcar aquel número de contacto que pronto tendría que borrar para siempre de su vida, al igual que los recuerdos he imágenes de la propietaria.
-¿Qué quieres Valeria? - un bufido se oyó desde la otra línea - Ya te dije que no volveré contigo ¿Acaso no te quedo claro? - fueron las primeras palabras que escuchó de aquella voz que aún amaba oír.
-Hola, estoy bien. Gracias por preguntar - dijo con una pequeña sonrisa llena de dolor, la mujer que juró que la amaría hasta que la muerte las separe, ahora la rechazaba he incluso podía afirmar que la odiaba.
-No te hagas la chistosa Valeria, ya te dije mil veces que lo nuestro no tiene arreglo, ya no te amo, entiende - puntuó la otra chica.
-No te llamó para eso - suspiro triste - yo... yo necesito que me hagas un favor.
-¡Valeria déjame en paz! - grito enfadada - estoy ocupada, no tengo tiempo para tus estupideces ahora - exclamó con un tono de fastidio en su voz.
-Tengo los papeles del divorcio y ya los he firmado - dijo casi en un susurro, su corazón dolía al pronunciar aquella frase, con todas sus fuerzas retenía las lágrimas que ya amenazaban con salir de nuevo.
-¿Qué? - preguntó la otra chica.
-Si... si y si los quieres tendrás que aceptar vernos - musito mientras sentía como sus labios junto a todo su cuerpo temblaban.
-Oh claro, dime donde nos vemos y llegó de inmediato - respondió feliz la chica, mientras la castaña sin poder soportarlo más dejó salir las lágrimas en completo silencio.
