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Oberyn estaba inquieto. Desde que se había enterado de que dos Lannister estarían en Dorne, no podía evitar preguntarse el porqué, ¿por qué su hermano prometía a su hijo con una persona parte de la familia que el tanto odiaba? ¿Ya se le había olvidado las acciones de la Montaña?
Ni siquiera las noches que pasaba con Ellaria hacían que se olvidara del tema, ni siquiera el tinto dorniense hacía que su mente estuviera en paz. Tenía entendido de que la Lannister era solo una niña, un cachorro de león. Quien le preocupaba era la mayor de los Lannister, Ashlanna.
──¿Qué es lo que te preocupa tanto, amor?──Oberyn escucho la dulce voz de su amante en su oído, sintiendo como sus dedos acariciaban la piel de su hombro, provocando que un suspiro entrecortado dejara sus labios──
──Es simple, dos Lannisters en Dorne...──murmuro el príncipe frunciendo el ceño──
──Una de ellas es una niñita, y la otra...es una mujer, tampoco la tomarán muy en cuenta. Es solo una niña que quiere jugar a ser autoritaria, además no tendrás que verle la cara nunca...──
──Claro que tendré, Ellaria, Doran ya me pidió que estuviese allí cuando llegue el barco y que me quede durante el banquete de bienvenida. ¿En serio quiere tener tanta cortesía con ellas?──
La bastarda estuvo toda la noche escuchando las quejas de su amante, tratando de hacer lo posible para que estuviese relajado y que entendiera que eso podria ser parte de algun plan de Doran. Sabía que podía llegar a ser impulsivo, y quería evitarle problemas con su hermano mayor, además de que sentía que la Lannister podía serle útil en algún momento, trato de convencerlo de ello. Solo quedaba esperar a la mañana siguiente.
[...]
El sol brillaba en el puerto de Sunspear. Las gaviotas volaban por el área, y el barco con la bandera de la casa Lannister y Baratheon se acercaba, se podía notar el agotamiento tanto en Myrcella como en Ashlanna, ninguna de las dos estaba totalmente acostumbrada a viajar tanto.
──¿Esto es viajar?──se decía Ashlan a sí misma para sus adentros, pasando sus dedos por su frente──Mi yo de dieciséis estaría desconsolada al saberlo...──
En el puerto, eran esperadas por Doran Martell, su hijo Trystanne, Oberyn y Ellaria. El príncipe Doran mantenía una mirada neutra, mientras el aire se sentía algo tenso. En cuanto el barco se detuvo, algunos sirvientes de Doran se ofrecieron a ayudar con el equipaje, mientras uno de los sirvientes Lannister anunciaban la llegada de ambas.
