Oh, hola, Gillian, soy _____ un gusto —dijo la albina amablemente y emocionada de hacer nuevos amigos. —¡Es gusto, es mío! Dijo Gillian llevándolos a la sala junto a todos, los saludaron e los incluyeron a la junta. Eran las 8 pm, sus padres ya estaban por llegar, pero los mellizos no querían irse. —¿Hacemos?—dijo Norman -...no lo sé—. Querían los dos quedarse, ya que los demás harían pijamada, pero había un 99% de que les dijeran que no y un 1% de que los dejaran.
¡Okay... era raro, pero nos dieron permiso! No perdimos tiempo y fuimos por nuestros pijamas. Hacía bastante frío, así que busqué un pijama cómodo y calentito. Después de ir por nuestros pijamas, fuimos otra vez a la casa de Oliver. Ellos estaban haciendo galletas, así que decidimos unirnos. Cuando las galletas estaban listas, no nos dimos cuenta a tiempo, así que estaban algo quemadas.
