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21 de Febrero del 1970

Querido lector:

Que satisfacción reencontrarnos por medio de mis escritos.

Hoy no pretendo retomar cosas del pasado, hoy quiero reencontrarme en vos. Si, en vos que me estas leyendo.

Dicen que el que busca, encuentra. Pero, tengo una duda y de antemano le pido disculpas querido lector pero usted lo que encuentra, ¿es lo que buscaba?.

Hoy quiero jugar a la psicóloga, a reflexionar, a sacar del interior una verdadera yo.

Comencemos por el principio, la vida entorno a los pies de uno en la tierra, ¿loco no?.

Como puede ser que una acción determine la clase de persona que somos, o bueno en determinados casos, que buscamos ser.

El accionar de una persona es cierto que influencia o condiciona cierta cosas que uno lleva dentro.

Por eso querido lector, en esta carta, aprenderemos a pedir perdón.

Un perdón interno, que busca ser sincero y no uno mas del montón. 

Porque perdonar es parte de la vida, de sanar, de crecer.

Y yo crezco, con cada paso que doy, así sea en reversa. Querido lector, si retrocedes o no, es solo un aprendizaje mas.

Dos pasos hacia adelante.

Uno hacia atrás.

¿Qué mas da?

Porque quien busca correr o escapar de si mismo, solo se va a chocar con un abismo gigante.

Un inmenso silencio que ensordece, un grito estremecedor de auxilio.

Así que si, perdón.

Aunque no se si perdón sea la palabra adecuada, quizás es mas una disculpa.

El perdón hoy por hoy, no es sincero.

Es artificial. 

Autónomo de uno mismo, pero no verídico. 

Falso.

Como bastante gente del entorno que nos rodea.

 Pero así somos los humanos, ¿o no querido lector?.

Mis mas sinceras disculpas, van dirigidas a usted.





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10 maneras de pedir perdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora