Donde la hija favorita de el dios Apolo, el dios de el arco y flecha, se encuentra con los ojos de la hija favorita de Atenea, la diosa de la inteligencia.
Dónde ambas niñas tendrán que ayudar al hijo prohibido de Poseidón, Percy Jackson, a encontra...
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Narrador omnisciente
Llevaban alrededor de diez minutos en aquel vehículo, en los cuales Grover intentaba explicarle a Percy sobre cual era su trabajo cuidandolo, mientras que Sally manejaba con clara preocupación en su rostro al ver cómo mucha información entraba en el cerebro de su hijo.
Mientras que Narcissa se dedicaba a observar la escena con clara incomodidad en su rostro, sentía que aquella conversación era demasiado personal y ella claramente no pertenecía en esa charla. Se dedicó a observar por la ventana preguntándose porque las vacas tenían manchas y imaginandose siendo una.
Hasta que vio a su amigo quitarse su gorro y mostrar sus pequeños cuernos, con clara incomodidad en su rostro después de escuchar a quien él creía, era su mejor amigo, decir que era.
-Soy un sátiro, y también tu protector.
-¿Tu eres mi protector?.- el rubio lo observó con clara duda en su rostro, haciendo que la rubia en el asiento de atrás se aguantará una carcajada al ver la reacción de Grover ante el comentario.
Después de aquella confesión, un silencio incomodo se hizo presente en el auto, mientras Grover murmuraba un "perdóname" a su amigo, este se encontraba sumido en sus pensamientos procesando todo lo que estaba viviendo.
Narcissa no sabía muy bien como disolver aquella tensión, y dijo lo primero que le vino a la mente:
-Oigan, entiendo que no es el mejor momento y que hay mucha tensión en la familia y que Grov acaba a admitir que es mitad cabra pero, ¿Podemos poner a Taylor Swift?-comento con entusiasmo y un pequeño brillo en sus ojos la rubia mientras que se impulsaba con sus manos al hueco de entre medio de los asientos del frente, sonriendo.
Grover maldijo a su amiga en voz baja mientras volvía a hablar ignorando su pedido de poner a su cantante favorita, haciendo que la rubia volviera a recostarse en su asiento lentamente, mientras unía sus manos en su regazo y las miraba, mientras un leve puchero se formaba en sus labios.
