look what you made me do... [Lewis Hamilton]

3

28 de mayo, 2023. Mónaco. 

Lewis Hamilton.

La alarma suena y me saca de un tirón de mis sueños, al abrir mis ojos me doy cuenta que no estoy en mi casa. Las paredes beige del cuarto y la falta de mis objetos personales son lo primero que noto.

Giro lentamente sobre mí y un sonido casi gutural nace del fondo de mi garganta, pestañeo varias veces y al final aprieto fuertemente los parpados hasta que veo colores en la oscuridad. Cuando vuelvo a abrirlos termino de encontrarme con la sorpresa.

La cara relajada de Monique esta junto a mí, sus facciones completamente tranquilas y ajenas a mi presencia eran notorias. 

Poco a poco las lagunas del sueño se van vaciando, recuerdo como ella me conto todo lo que estaba pasando y la manera en la que casi me rogó en lágrimas que no lo contara, que sea nuestro secreto.

Sacudo la cabeza y salgo de la cama, rápidamente analizo todo el cuarto con mi mirada y veo mi chaqueta y pantalones de anoche y me los pongo. 

Suspiro y camino hasta el borde de la cama, suavemente extiendo mi mano y sacudo a Monique.

-Moni -susurro.

Ella se mueve un poco y un resoplido se escapa de entre sus labios.

-Moni -reitero.

-Ya voy Fran -murmura- sos molesto.

La duda llama a la puerta y decido ignorarla.

-Moni, no soy Fran -digo con duda- soy Lewis.

Su cabeza se voltea de golpe y sus ojos entreabiertos me dan gracia.

-¿Qué paso? -dice pasando sus manos por su cara.

-Esa es una conversación que deberíamos tener con un café de por medio -propongo.

-Esta bien -acepta y se destapa para salir de la cama- ¿Me permitís? 

-Claro -asiento rápidamente y salgo del cuarto para que pueda cambiarse. 

Veo el corto pasillo frente a mi y camino por el hasta llegar a su desembocadura en el salón, antes de dar con la puerta a la cocina y una vez la encuentro dejo la puerta abierta para que Monique sepa donde estoy

Pongo la cafetera y las dos tazas mientras buscaba algo de comer.

-No hay nada -dice ella a mis espaldas- estoy desayunando afuera siempre.

Me doy la vuelta y la veo, lo que me encuentro es una Monique completamente diferente.

-Yo con un café estoy bien -musito- era para vos, porque anoche tomaste mucho.

Asiente suavemente y baja su cabeza mientras se recuesta en el marco de la puerta.

-Si es por mí un café esta bien también -aclara- si el pase para la carrera sigue en pie como algo en el Paddock.

-Bueno -acepto- si queres ir a sentarte anda, ya llevo los cafés.

Vuelvo a concentrar en la cafetera y saco las tazas, poniéndole una de azúcar a la de ella y dos a la mía.

Salgo al salón y le extiendo la taza y ella la envuelve entre sus manos sintiendo el calor.

-¿Qué paso anoche Lewis? -pregunta suspirando.

-Cuando llegue todavía no había empezado el evento -comienzo- cuando nos cruzamos después de que hayas cantado te vi bastante afectada. Me contaste del cantaste que no venía, no recuerdo su nombre.

-Salomón -susurra mirando a la taza.

-Si -asiento- nos volvimos a encontrar como dos horas más tarde en la barra, estabas bastante entonada e intente que te quedaras sentada un rato y te compre un agua.