𝓪. 054

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𝑨𝑷𝑶𝑫𝒀𝑶𝑷𝑺𝑰𝑺

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ఌ︎ | Omnisciente





𝐋𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐍𝐎𝐒 𝐃𝐄 Casandra se pasearon por el blazer que hacía el trabajo de un vestido al tapar su cuerpo hasta mitad de muslos. La manera en la que se pegaba a su cintura y acentuaba sus caderas le encantaba demasiado ante la vista de su espejo. Las botas de cuero color crema llegaban hasta sus rodillas, y las joyas y accesorios que decoraban el resto de ella combinaban perfectamente con la ocasión.

Ese día en el que tanto había estado pensando había llegado.

Su primer año estando con Pablo se había cumplido ese tres de Diciembre. Y, pese a que la tragedia del chico aún los tenía una poco incómodos, él había mostrado la ilusión por celebrarlo esa misma mañana. El incidente no les había dejado celebrarlo el mismo día, por lo que decidieron simplemente aplazarllo para cuando ambos se sintieran en condiciones de celebrar.

Hoy, veintidós de diciembre, ella se preparaba con emoción, esperando a ser más que halagada y amada por la persona a quién quería más que nada en el mundo.

—Estás hermosísima.

La voz suave y bastante simple de Aurora se hizo notar en la entrada de la habitación de Casandra. La mujer se mostró bastante agradecida por las palabras de su cuñada, por lo que caminó hasta ella para dejarle dos besos en las mejillas, abrazándola con euforia.

—¿Nerviosa?

Asintió. —Pues claro, no me habéis dejado verlo en todo el día. —se rió la portuguesa. —Lo extraño.

—Ya, lo sabemos. Pero era mejor que te entretuvieras un poquito en la oficina para poder preparar todo.

—Imagínate, y más encima él ha estado muy perdido en los últimos días, ¿todo es parte de? —preguntó, colocándose el Versace Diamond Yellow de manera adecuada a los costados de su cuello.

APODYOPSIS | pablo gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora