El Salvador De Su Alma | Kakavege

˚.*ೃFinal

Goku caminó hacia la puerta principal, relativamente tranquilo, pero interiormente encogido. Este era el día en que claramente daría a conocer sus sentimientos. Este era el día para terminar lo que había comenzado. Este fue el inicio de una nueva etapa.

Ahora, si tan solo pudiera entrar.

Entonces se dio cuenta. Goku se golpeó la frente con la mano, incluso mientras se teletransportaba al interior de la casa.

Vegeta saltó al menos cinco pies del suelo incluso se puso en posición de defensa. Se relajó un poco cuando reconoció el rostro.

"Eres tu."

Gokú frunció el ceño. "Me alegra que estés feliz de verme".

Vegeta suspiró profundamente y se sentó en la cama. "Pensé haberte dicho que me dejaras en paz."

Goku lo ignoró y se sentó a su lado. "Vegeta, tienes miedo y no lo admites."

"¡¿Perdona?! ¡El Príncipe de los Saiyajin no le tiene miedo a nada!"

Goku colocó su mano debajo de la frente del otro. "Por una vez, ¿podemos hablar con la verdad?" Recibió un asentimiento. "Ahora sé y entiendo que me enamoré de ti. De hecho, lo agradezco".

Vegeta abrió la boca para decir algo pero rápidamente se calló.

"No sé lo que sientes por mí, pero estar lejos de ti es casi tan malo como tener una muerte horrible".

Vegeta todavía abrió la boca para protestar cuando, en un impulso, Goku se inclinó hacia adelante y cubrió sus labios con los suyos. Vegeta se congeló, pero no se apartó.

Fue un comienzo.

Goku se reclinó, con los ojos entrecerrados, y evaluó su expresión. Fue sorprendente.

Vegeta se quedó allí, completamente quieto, con lágrimas corriendo por su rostro.

"¡Vegeta! ¿No estás enojado conmigo? ¿Qué pasa?" Goku sostuvo al otro contra él, tratando de calmarlo.

"¡He sido terrible!" Él se atragantó. "Te he tratado así de mal y todavía te gusto".

"Te amo", corrigió suavemente Goku.

"¡Eso lo empeora!"

Goku lo acercó más, si era posible, y habló en voz baja. "Nada de lo que hagas logrará que deje de amarte."

Vegeta permaneció en silencio pero las lágrimas habían cesado.

"Eres mi alma gemela Vegeta. Ni siquiera Milk llegaba a eso." Lo soltó y sonrió. "¿Me dejarás mostrarte cuánto te amo?"

Vegeta sonrió por primera en lo que parecieron años, y habló. "Para ti Goku, cualquier cosa."
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Fin.