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El bus andaba por las grandes vías que poseía Seúl, dirigiendola al gran edificio de la empresa. Bajandosé en la parada que le mencionaba el mapa, miró a su alrededor, pero no podía ver ningún tipo de gran edificio lleno de ventanales y un gran letrero que diga el nombre de esta. Frunciendo su ceño y aprentando sus labios, miró a su alrededor si podría pedir ayuda. Caminando en uno de los tantos callejones, ve a un chico con vestimentas teñidas de negro.


Disculpa que te moleste, pero necesito ayuda para llegar a esta dirección. ━Habla la castaña con esperanzas que aquel entienda y sepa hablar inglés.

Retira el audifono de su oído y le sonrié. ━ Disculpa, no te oí. ¿Necesitas ayuda? ━Respondió el chico en coreano. 

Aquella suspira y le devuelve la sonrisa, para repetir su frase en inglés. ━ Necesito ayuda para llegar a esta dirección, por favor. ━Suplica con su mirada.

¡Oh! Claro, también me dirijo allí, sigueme. ━Le contestó feliz de ayudar y encontrarse con alguien que hablase inglés al igual que él.

Sonrió ampliamente al escucharlo y le asintió, con timidez siguió sus pasos por detrás mientras miraba a su alrededor detenidamente.━ Muchas gracias.


Tras unos 8 minutos de caminata silenciosa llegan a la entrada del gran edificio, sin disimular la chica abre su boca dejando escapar un "wow".


Jajaja... No eres de por aquí, ¿verdad? ━Preguntó el chico mientras la miraba detenidamente.

¿Se nota mucho? Jajaja, pero sí, hace mucho no venía y es la primera vez que veo la compañía en dónde trabajo. ━Respondió con una sonrisa y alegre de haber llegado.

¿Ya estabas contratada y porqué no habías venido antes? ━Preguntó curioso el pelinegro tras ladear su cabeza.

Es que trabajaba remotamente en Australia, de allí vengo. ━Le explicó amigablemente mientras a la par subían las escaleras para dar con la puerta principal.

¿Australia?, que coincidencia, yo soy de allí. De hecho, lo noté por tu acento. ━Comentó bastante emocionado de poder conocer a alguien más de su mismo país.

¡En serio! Eso es muy genial, pues es un gusto conocerte. Soy Sofía, encantada de conocerte. ━Le realizó una reverencia, para luego extender su mano. Rió tras su mezcla de saludo.

El chico rió con ella tras verla, correspondiendo su reverencia y estrechando su mano. ━Encantado de conocerte, Sofía. Yo soy Christopher, supongo que de ahora en adelante te veré por aquí.

¡Si! Espero podamos ser amigos. ━Sonrió satisfecha y se volvió a agacharse.━ Muchas gracias por tu ayuda.

No fue nada. ━Antes de retirarse por completo, la acompañó hasta el mesón y allí le realizó la reverencia para este retirarse a trabajar.

No podía sentirse más que feliz, conoció a alguien de dónde ella misma venía, parecía que ya había podido hacer un amigo y no se había perdido en el trayecto gracias al chico. En el mesón dijo su nombre y rapidamente la recepcionista en inglés de comento a dónde debería dirigirse y en que piso. Sofía agradeció con una reverencia y una sonrisa, para encaminarse al elevador y esperar por el para que la lleve al piso correspondiente.


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Su nuevo jefe le mostraba las diferentes áreas que poseía el edificio, el espacio que ocupaban los diseñadores gráficos para los distintos artistas que tienen en su poder, las áreas en dónde estos ensayaban, practicaban y estudiaban, lugares comunes en dónde ella podría ir, tanto para comer, descansar, conocer, etc. No tenía ningún lugar restringido dentro de la empresa, pronto habría una reunión con quiénes comenzaría a trabajar y con qué grupo de la compañía sería su primer proyecto en persona a tratar. Sofía le agradeció y este la dejo en el escritorio designado para esta dentro de una pequeña oficina, le habían dado el cargo de diseñadora gráfica y lider de proyectos. Tras dejar sus cosas, salió a visitar los pasillos sin compañía, se detenía en algunas puertas dónde podía escuchar voces o canciones escaparse en las pequeñas uniones de los materiales. Sonreía de oreja a oreja, cuando se encontraba con algún trabajador de alli le hacia la reverencia respectiva y seguía con su camino. 

Los minutos o, mejor dicho, la hora había pasado rápidamente, por lo que tuvo que volver a su oficina y revisar el mensaje que le habían mandado, informadole en dónde sería la reunión. Miró su reloj y ya solo quedaban 15 minutos para esta. Tomó su tablet, su libreta y lápiz para tomar apuntes en lo que se llegue a hablar en la reunión. Gracias a las buenas gestiones que produjo la compañía, Sofía tendría una traductora consigo para entender todo lo que se vaya a detallar en la reunión informativa y de proyecto.

Tomó una gran cantidad de aire y se adentró a la sala, para ver allí al jefe, la traductora y al managér del grupo. Aún faltaba que llegasen los integrantes de aquel grupo, tomó asiento a un lado de la traductora para saludarla y agradecerle su ayuda. Con ello, la puerta se abrió y se dejó ver como pasaba cada chico, en total eran 8 y dandole una grata sorpresa, uno de ellos era el que le había ayudado a la llegada del edificio.

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⏰ Última actualización: Apr 18 ⏰

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