Dia 6

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El sábado por la tarde, tras la decisión de los padres de Osana de optar por la cremación del cuerpo de su hija, se llevaron a cabo los funerales correspondientes. En ese momento, Taro se encontraba entre los presentes, observando el altar analiza la mesa cubierta con un mantel blanco que sostenía un jarrón de cerámica adornado con delicadas flores y aves, rodeado de ramos de crisantemos y en el centro reposaba una fotografía de Osana. Al contemplar el altar, Taro lamentaba profundamente no haber podido despedirse de ella como hubiera deseado y poder hablar con ella una vez más, pero sabía que ese deseo solo podía permanecer en sus sueños.

Entonces, alguien interrumpió sus pensamientos, era Budo, quien el día anterior le había prometido estar ahí para apoyarlo en lo que necesitara. Ambos chicos compartían y escuchaban historias sobre Osana, no solo entre ellos, sino también con otros familiares. Taro recordó que Osana tenía otra amiga, una chica rubia muy fuerte, pero no la vio en ningún momento ¿Será que se separaron desde antes? Sin embargo, esos pensamientos fueron ignorados cuando siguieron hablando con otras personas.

Una vez concluido el funeral, los dos jóvenes salieron del lugar y decidieron dirigirse a casa de Taro. Mientras caminaban por la calle, la luz del sol comenzaba a descender suavemente, ellos avanzaban con pasos tranquilos, entablando una conversación:

Budo - ¿Cómo te sientes, taro? - preguntaba preocupado

Taro - no tan bien, no he dormido nada desde ayer - decía muy entristecido

Budo - no te preocupes, cuando lleguemos a tu casa, dormirás tranquilo - expresa para calmar al chico

Taro - eso espero - dice mientras suspira

Budo - ¿Cómo conociste a osana? - pregunta mientras piensa que hablando sobre ella pueda hacerlo sentir mejor

Taro - empieza a recordar y dice - la conocí desde jardín de niños, nuestras madres se conocían y fuimos compañeros desde el primer día y con el pasar del tiempo nos hicimos amigos.

Budo - ¡wow! - dice sorprendido - no me imaginaba que fuera de mucho tiempo su amistad

Taro - lo fue, me sorprende lo rápido que paso el tiempo

Budo - ¿Qué es lo que mas te gustaba de ella? - pregunta interesado

Taro - aunque no lo creas su actitud - mientras piensa en todos esos momentos tsundere de Osana que tenia hacia él - aunque era algo fastidiosa y me insultaba, era una persona dulce, amable y linda, eso es lo que mas admiraba de ella, en cualquier momento demostraba que me quería, a su manera

Budo - y ¿Qué hacían juntos?, se notaba que sus gustos eran diferentes - aseguraba

Taro - a pesar de que a ella le gustaba la música y los gatos, y a mi me gusten los libros y la cocina, nos pudimos relacionar complementando los gustos de ambos - mencionaba mientras tenia recuerdos cuando cocinaban y escuchaban música junto a Osana

Budo - me alegra saber que disfrutaron juntos - dice sonriendo

Mientras ambos caminaban, el sol descendía lentamente hacia el horizonte, pintando el cielo con colores anaranjados, el trayecto los llevo hacia la acogedora casa de Taro. Con amabilidad, Taro le ofreció a Budo a cenar juntos, evitando así que quedara solo ese rato, y Budo, con una sonrisa en su rostro, aceptó la oferta de su amigo.

Al ingresar a la casa, Budo se sintió sorprendido por lo hogareño que resultaba el ambiente, considerando que era la casa de una sola persona, Taro invitó a Budo a tomar asiento mientras él caminaba hacia la cocina. La idea de cocinar para Budo lo ponía nervioso, sin razón alguna, mientras su amigo se acomodaba en la sala.

Mientras tanto, Taro se apresuraba decidido a preparar Tonkatsu para ambos, sin embargo, al ver la tarea que tenía por delante, se dio cuenta de lo complicado que sería llevarlo a cabo solo y se cuestiono a si mismo: ¿Por qué complicarse tanto por una comida para dos personas?, mientras buscaba los ingredientes necesarios, con vergüenza al ver que no podría solo, se vio obligado a pedir ayuda a Budo, que con una sonrisa cálida en su rostro, no dudó en ofrecer su ayuda en la cocina, compartiendo un momento muy divertido.

Ya lista la cena se dirigieron al comedor, así empezando a comer y a charlar:

Taro - hicimos un buen trabajo - expresa con una sonrisa

Budo - claro que si, si tenemos a un futuro chef aquí - decía mientras le devolvía la sonrisa

Taro - no quiero ser chef es solo un pasatiempo - explicaba a su amigo

Budo - ¿y que quieres ser? - preguntaba interesado

Taro - aún no lo se, quiero averiguarlo - menciona algo ruborizado

Budo - ¿no te interesa los deportes?

Taro - si, de hecho quiero entrar a un club - decía mientras recordaba la promesa que le hizo a su amiga

Budo - ¿y en cual tienes en mente? - pregunta con una sonrisa coqueta

Taro - aún estoy indeciso, hay muchos clubs que me llaman la atención - dice mientras piensa en todos los clubs

Budo - la decisión que tomes será la correcta, solo recuerda que lo que elijas te tiene que gustar - expresa con una sonrisa

Taro - lo sé, espero encontrar el club indicado

Budo - cuando quieras esta el club de artes marciales con las puertas abiertas

Taro - eso espero - dice mientras ambos se ríen

En ese preciso momento, Taro deja escapar un bostezo, mostrando el cansancio acumulado por la caminata y cocina. Aunque Taro se esfuerza por mantenerse firme y despierto por la visita de Budo, el sueño comienza a afectar su energía, y Budo, observa el cambio en la expresión de Taro, y sabe que es hora de retirarse.

Ante la decisión de Budo, Taro, con un gesto amable pero ligeramente triste, recoge los platos y lo acompaña hacia la salida. Afuera, Budo le da a Taro en un cálido abrazo, y con un gesto de despedida, Budo se aleja lentamente, y desaparece entre las luces de la calle.

Desde la entrada de su hogar, Taro observa cómo la figura de Budo se va con la distancia, hasta que finalmente se pierde entre la oscuridad. Con un suspiro, Taro regresa al interior de su casa, mientras se prepara para descansar.

Mientras esta en su cama, los recuerdos de todo lo que paso con Osana invaden la mente de Taro, y todas las emociones que guardaba lo sumergen en lágrimas, su corazón no acepta la ausencia de su querida amiga. Se siente como si estuviera atrapado en un vacío, rodeado de una oscuridad abrumadora. Los pensamientos de culpa lo acosan, culpándose por no haber podido proteger a Osana, y Aunque cuenta con Budo, una sensación de soledad y vulnerabilidad lo envuelve, cuestionándose si alguna vez será capaz de superar todo.







**Hola a todos, me gustaría que comentaran que tal les parece la historia y que esperan de ella, también pido disculpas por no subir capítulos seguidos, las clases y mi vida personal me retienen mucho tiempo, igual estaré activo**

Solo Serás Mío (Budo x Taro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora