~~~~~Capitulo 1 ~~~~~

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-Llego tarde otra vez-Llegaba tarde otra vez, por segunda vez ya a la semana, aunque intento con todas mis fuerzas levantarme antes para que me dé tiempo a hacer wudu, rezar comer y prepararme para ir a la universidad, siempre mi salat se me alarga más de lo normal, ya que durante el sujud es la única oportunidad para poder hablar directamente con Allah swt, yo su sierva postrada ante él, contra el suelo y Allah en el otro mundo escuchando cada uno de mis sollozos, inquietudes y deseos más profundos.

Mientras me ponía mi abaya blanca y mi hijab negro

me detuve en el espejo, me quedé sin palabras al ver mi reflejo, sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas, tenía un aspecto pálido, unas grandes ojeras debajo de los ojos, y estos hinchados por llorar durante todo la noche

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me detuve en el espejo, me quedé sin palabras al ver mi reflejo, sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas, tenía un aspecto pálido, unas grandes ojeras debajo de los ojos, y estos hinchados por llorar durante todo la noche.

Me sequé las lágrimas y salí de mi casa para dirigirme a la universidad con prisa. Al cerrar la puerta con llave, no había dado ni dos pasos cuando me fijé en un chico que no había visto en mi vida corriendo intentando alcanzar
el bus.

Al darme cuenta de que si no hacía lo mismo no lo alcanzaría, agarre la parte inferior de mi abaya y me puse a correr con todas mis fuerzas. Cuando alcance al chico, no pude ver su cara, pero me fijé en que parecía de mi edad.

Para mi sorpresa el bus se paró antes de llegar a la parada y nos dejó subirnos a mí y a ese misterioso chico, al subir escuché al chico decir alhamdulillah flojito, me sorprendió, ya que en mi barrio los musulmanes no son muy comunes, de no ser por Yas no sé qué habría hecho.

Intentando recuperar el aliento, me senté en un asiento vacío y saque mi móvil para leer un poco de quran, porque me ayuda a relajarme, y cada palabra que leo, siento como cada músculo de mi cuerpo se relajaba, y como la tensión de mi cuerpo poco a poco desaparecía.

Baje del bus a toda prisa y me dirigí a la uni, porque como vuelva a llegar tarde me va a caer una bronca. Llegue a mi clase justo cuando sonaba el timbre, pase delante de mis compañeros, ninguno me prestó atención, todos estaban ocupados haciendo sus cosas. Me senté en mi sitio junto a mi mejor amiga, Yasmín.

-Salam aleykum hbiba-Me dijo Yasmín mientras me daba dos besos en las mejillas
-wa3aleykum salam Yas- Le dije con una sonrisa en la cara mientras preparaba las cosas para la clase.

Yasmín y yo somos amigas desde que tengo conciencia, ella ha sido y es la única que me ha apoyado cuando más lo he necesitado, es la única que se ha preocupado de mí cuando ha habido días que solo he seguido adelante porque sabía que si me llegará a pasar algo malo ella NUNCA me lo perdonaría, y solo con imaginarme su cara de tristeza al perderme, hace que siga luchando y siga adelante.

Nos conocimos gracias a nuestras madres, que estuvieron embarazadas juntas, puesto que también eran muy amigas desde hace mucho. Siempre que mamá iba a casa de su amiga me llevaba con ella, hay que decir que al principio Yas y yo no nos llevábamos muy bien, ya que ella se reía de mí. Pero después ya empezamos a ser amigas de verdad, y desde ese día somos inseparables.

El sonido de la profesora entrando a la clase hizo que volviera a la realidad, estos días me pasaba mucho, me quedaba pensando mientras miraba a un punto fijo, mi profe decía que era muy distraída.

Mientras todos se iban a sus respectivos sitios, la profe se puso delante de nosotros esperando que le prestemos atención para que pueda hablar.

-Jóvenes, como os comenté ayer, hoy vendrá un alumno nuevo, tratarlo como un compañero más- Dijo la profe.

-Pero si no nos dijiste nada ayer!-Grito Kevin, un chico moreno, todas las chicas babeaban por el, menos yo claro.

-Ah no?- Dijo la profe. - Pues no pasa nada, ahora lo sabéis- Se rio nerviosa y salió para ir a buscar al tal chico nuevo.

-Yo creo que será muy guapo- Dijo Sara, una chica de pelo rubio la cual estaba obsesionada con los chicos.

-No! Será millo, tú ya tienes a Max!- Grito Estefanía, amiga de Sara.

Astagfurilah, dije para mis adentros, que mal estaba esta sociedad.

Mientras mis compañeros de clase seguían gritando como locos sobre el compañero nuevo, yo me gire hacia la ventana, ya que me siento al lado.

La profe entró, mientras guiaba a un chico a la clase, al verle la cara, me quedé muda, era el mismo chico que había visto esta mañana en el bus. Parecía nervioso, mientras paseaba su mirada entre los alumnos, su mirada se posó en mí, y sentí como mi corazón iba a toda velocidad y como por unos segundos me quedaba son respiración.

Como si nuestras miradas entrelazadas fueran lo único que se puede ver. Tenía unos ojos azulados, preciosos, en una cara afinada, que le daba un toque de seriedad, aunque parecía muy tímido. Por si cuerpo podía deducir que iba al gym muy a menudo, porque sus bíceps se notaban desde la camisa que llevaba. Al mirarlo a la cara, me sonrió, ami, de todas las personas de la clase me sonrió ami.

Si algo sabía, es que esa sonrisa es inolvidable. Intentaba con todas fuerzas no mirarle, pero era imposible, tenía una belleza fuera de lo descomunal, no me cansaría de ver esa sonrisa nunca.

Astagfurilah, en que estaba pensando?

🤍Una sonrisa inolvidable 🤍 [ESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora