Felix es hijo único, fué criado como un príncipe con todos los lujos y comodidades, es caprichoso, egoísta y avaricioso. Luego de que sus padres quedaran en banca rota, Felix, fue mandado a vivir con su primo universitario, Minho que, cómo dato meno...
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Pov Narradora:
Hoy era un difícil día para Felix, pues su madre cumplía años el día de hoy. El pecoso se sentía mal, ya que no volvió a hablar con ella desde que llegó a Corea. Sabía que estaba triste porque Christopher se lo decía, pero él no tenía la intención de escribirle, por más que quisiera había algo que se lo impedía. Estaba enojado, resentido y triste. No quería estarlo, pero no podía quitarse esos sentimientos.
Por regalo de cumpleaños la madre de Felix pidió verlo así que ahora se encontraba viajando desde Australia hasta Corea.
— ¿Qué le ocurre a Felix? — pregunta el pelinegro a su amigo. Al ver a Felix caminando de un lado a otro.
Minho, Hyunjin y Felix estaban en casa de los padres del Lee mayor.
— Su madre vendrá de visita y él esta buscando excusas para evitar verla.
— ¿Excusas? — Minho asintió.
— No quiere verla, para nada. Ya sabes cómo es Felix, muuuy resentido. Se comporta así porque su madre no hizo nada para evitar que su padre lo mande a Corea — Hyunjin se queda observándolo y se dirige hasta él.
— Ten — una vez que está frente a él. Le entiende un vaso de limonada bien fría — Hace mucho calor y debes tener sed — Felix solo lo mira y toma el vaso. Bebiendo todo el líquido en un segundo — ¿Ves? Si tenías sed — el mayor sonríe contagiando al pecoso quién le da una diminuta sonrisa.
Desde aquel día de San Valentín, la relación de ambos cambio rotundamente. Ahora ambos eran un poco más unidos. Felix veía a Hyunjin como un apoyo emocional que no sabía que necesitaba. Lo veía como un ser de luz, un guerrero de la vida.
Por otro lado, Hyunjin, veía a Felix como un pequeño inocente que se rodeó con un caparazón fingiendo ser fuerte. Veía al pecoso, como un niño pequeño en busca de consuelo y afecto. Lo veía tan frágil que solo quería protegerlo. Por eso cada vez que lo notaba preocupado por algo se acercaba a preguntarle cómo estaba.
— Felix, Minho me contó que tu madre te visita hoy ¿Cómo te sientes con eso? — los chicos salieron a tomar asiento en el jardín.
— No quiero verla — habló cabizbajo — Me hace sentir mal el no querer verla ¿Sabes por qué? — el mayor negó — Hoy es su cumpleaños. No le mandé felicitaciones ni nada, por eso va a venir. Quiere verme, cómo regalo de cumpleaños — el pecoso juega con sus manos — Pero yo no quiero verla. No entiendo porque quiere venir, si casi nunca la interesé. Solo me tuvo para que mí padre no se vaya de su lado. Por eso papá no me quiere...— Hyunjin suspiró y acarició la espalda del menor.
— Tal vez no es como piensas. Tu madre debe extrañarte, no pienses más cosas feas ¿Si? — el pelinegro sonríe.
— ¿Puedo pedirte algo? — el mayor asiente — Quédate, quiero que esté aquí cuando mi madre llegue — el pelinegro se sorprende pero aún así asiente.
