Capítulo 1.

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Y aqui estaba yo ayudando la con la cena para que no le diera una escena de desesperación, era mi amiga una muy importante para mi y si debía ser un sacrificio y ayudarla  a preparar todo y ademas de eso quedarme a ser la compañia del amigo de su pareja con mucho mal gusto me quedo.

— Dalise donde dejo esto — le enseñe la asadera con los filetes de cerdo ya hechos.

— Sobre la encimera, tengo que ordenarlo en la asadera de cristal con las alitas crujientes — me dice ella desde la habitacion.

— Esta bien, voy a poner la mesa — le digo al final despues de dejar la comida en la encimera.

— Gracias Lily — grita ella. Tenemos la costumbre de gritar en esta casa.

Me encargué de dejar bonita la mesa para los cuatro, yo no conocía al cuarto solo a la pareja de mi amiga.

— Lily el blanco o el celeste — me dice saliendo desde el pasillo con dos vestidos que eran muy favorecedores con su tono de piel.

Pero claro el celeste le quedaría mejor por la combinación de ojos que eran un azul grisáceas.

— El celeste — le digo y ella entró corriendo a su habitación para ponérselo.

Yo por otro parte ya estaba lista para esta cena, llevo puesto un vestido negro sencillo, largo y abrito en la espalda, también decore mi cuello con dos cadenitas de plata y una pulsera de plata igual,  y luego mis zapatillas tacón muy bonitas para la ocasión eran de color gris clarito.

Dalise salió ya lista con el vestido puesto, era uno con los tirantes de cadena finas de color plata, era un vestido largo hasta los por encima de los tobillos, tenía unos tacones de color plata similares a los míos, estaba hermosa.

Nuestros maquillajes eran sencillos y al natural y el pelo pues ella lo tiene en un moño y con dos pedacitos de su flequillo delante y yo lo tenía suelto normal con unas ondas marcadas no le di mucha antelación la verdad.

Cuando todo había quedado listo sobre la mesa hasta las velas blancas de un tamaño un tanto largo la verdad había tres de ellas, bueno en lo que yo llevaba las cosas que sobraron a la cocina el timbre resonó en toda la casa y la encargada de ira abrirla fue mi amiga quién lo hizo con una sonrisa muy emocionada. Bueno ya está, era  hora de socializar y la verdad que no quería pero el vestido ya lo tenía puesto y no hay vuelta atrás.

Los dos hombres entraron, uno más emocionado que el otro. Tarde un rato en reaccionar y saber quién era el cuarto de esta cena, ay señor esto no es real.

Vale está claro que es real, el primo de mi exnovio era el que acompañaba al novio de mi amiga. No pronuncie palabra alguna solo los saludé al parecer él también me reconoció.

Jensen, el primo de mi ex pareja y Flavio el que era pareja de Dalise se acomodaron en la sala a petición de ella, nosotras igual y claro era que Dalise y Flavio en el mismo sofá y nosotros en la del frente de ellos.

— ¿Se conocen? — nos preguntan la pareja, creo que fuimos muy obvios los dos con tanto contacto visual.

— Algo así/ si — termino de decir él el "si" por último.

Los dos frente a nosotros se miraron alegremente y parecían compartir una idea entre ellos.

— Eso es bueno, se llevan bien ¿Oh no? — dijo Flavio muy centrado en este tema.

Los dos nos miramos y wow jamás lo había podido detallar tanto como ahora, puede que la primera vez que lo conocí me llamará un poco la atención pero no como ahora. Su rostro era definido, su mandíbula un tanto marcada, mirada de lobo y si definitivamente si era así su mirada, sus ojos eran avellanas, nariz mediana y con una pequeña curvita al inicio de ella.

Dejé escapar un suspiro sin ser consciente de ello, pero de eso solo se dio
cuenta Dalise, menos mal, creo.

— Bueno que vamos a tomar — Dice mi amiga para romper un poco el silencio.

— ¿Vino?— propuso Flavio y todos aceptamos.

La noche siguió y las copas de vino también la pareja sacaba todo tipo de conversación a la hora de la cena lo cual hizo que dialogará un poco con Jensen.

No voy a negar que me gustó haber hablado con él y no estar callada en la cena y creo que el también.

Era eso o poner cara de mal gusto.

Cuando terminamos de cenar recogimos la mesa y guardamos la comida que sobraron y yo decidí limpiar todo y Jensen penso que sería bueno dejar a los tortolitos solos un rato y decidí darle de trabajo secar los cubiertos.

Silencio entró al aíre.

...

...

...

— Te cuento algo — me dice mientras colocaba el trapo verde que utiliza para secar los cubiertos en el hombro izquierdo.

Yo dejé lo que hacía y lo miré y también cogí un trozo de pan que sobró.

— Cuenta.

— Cuando eras pareja de ya sabes — dijo y se que se refiere a su primo — E ibas de visita a casa, yo me ponía nervioso y me escondía a propósito — dijo y ahora también parece nervioso — Las tantas mierdas que cruzamos yo me quedaba sin aliento.

Esto es raro e incómodo.

Pero creo una parte de mi que había dejado atrás volvió a despertar en este instante. Él también sentía todo, las miradas, los nervios y los momentos en los que uno se queda simplemente quieto al ver a alguien que les hacía acelerar el ritmo cardíaco.

La madre que me parió, no eran imaginaciones mías, era real.

Vale esto no puede ir a peor, lo que sentí no fue nada en ese entonces y en este tampoco lo será está claro.

— Empezó esa noche en la playa...

Mierda.

No quiero oír nada de ese día, de verdad que no quiero.

— Fue nada más verte llegar aquel día y nos vimos por primera vez, pero jamás me atreví a buscarte como lo hizo Jeremiha, se que no debía — le interrunpi después de eso ya que deje caer un tenedor al suelo, de tanto que hablaba quería tener algo en la mano.

— Perdón. — dije por interrumpir.

Antes de nada yo no sabía que decirle exactamente después de lo que ya había dicho, pues era la ex pareja de su primo y si también he llegado a pensar en cosa que no debía estando con Jeremiha sobre Jensen.

Y hace un año en un viaje que organizaron unos amigos y da la casualidad que él estaba, quedó claro que las miradas entre Jensen y yo no eran normales.

Ese viaje fue después de haber dejado a su "queridísimo primo" el odio está claro hacia él, tres meses después exactamente.

Bueno volviendo a este momento en la cocina. Era hora de ser sincera también aunque odie recordar esos momentos.

— Esa noche o más bien esa tarde fue a tí a quien miraba y no dejé de hacerlo a Jeremiha lo vi en último momento y llegó a tener mi atención, pero tú simplemente con una mirada ya tenías toda mi atención.

¿Dalise que tenía ese vino? Estás declaraciones no son normales para empezar.

— Entonces nunca fui el único que... — dijo él con una sonrisa contagiosa.

— No al parecer — le digo con un suspiro suave y calmando mi pulso.

Vaya y eso que yo solo iba a la cocina a lavar los cubiertos y platos.

Creo que no tomaré más de ese vino.

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Primer capítulo y ya se sueltan declaraciones de pasados sentimientos.

Espero lo disfrutéis.





Unos días para enamorarnos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora