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Terminó el fin de semana, y chiara estaba de los nervios por cómo iba a ir la situación.
Violeta no se quedaba atrás, ella incluso estaba más nerviosa todavía.
¿Qué cojones hago? ¿paso de ella? joder, violeta, la has cagado pero bien.—Pensó ella.

—Kiki, es mejor que le preguntes por qué te beso, va a ser muchísimo mejor.
—Pero rus, ¿y si ella dice que no es verdad y piensa que estoy loca? vaya mierda por dios
Ambas amigas estaban en un bucle sin salida, pero violeta estaba igual o peor, pero comiéndose la cabeza sola.
—Joder violeta, ¿ahora qué haces? ¿para que cojones la besas si no te gusta y tienes un novio buenorro que folla bien? joder—Dijo la granaína en voz alta.

***







Las clases pasaban, y ya quedaba menos de 5 minutos para ir a la cafetería, y violeta decidió no decir nada, pero sí insultar más a chiara. Ella pensó que era buena opción hacer eso, y así, que chiara piense que todo fue algo de su imaginación.
—Apártate, no veas con la guiri, siempre en medio. Eres un estorbo para mi vista.
—Joder, vale, no te pases tampoco.
—Rarita, no me dirijas ninguna palabra, ¿ok? y quítate antes de que me vean hablándote o al lao tuya.
—Mira no puedo contigo, el otro día me besas, y ahora me tratas como la mierda, no se, pero me estás volviendo loca, muy loca de echo.
La pelirroja abrió los ojos como platos, y como no, bueno, como ya era costumbre, mejor dicho. Cogió de las muñecas a chiara y la llevó al mismo cubículo del baño de siempre. Ese baño tenía ya historia.
—¿De qué beso hablas?—Se hizo la tonta.
—¿Como? ¿no te acuerdas?—Se sintió aliviada, pero por otro lado sintió que algo malo iba a pasar. O mejor dicho, algo malo iba a hacer.
—Ehm. Pues no. Seguro que te lo estás inventando, más quisieras tú un beso mío.
Chiara decidió seguirle el juego. Violeta no estaba tan mal de copas, no cree que se le haya olvidado.
—¿Ah si? Pues fuiste tú la que me beso... y vaya... tenías un cherry chapstick suuuper bueno... ¿te sigues sin acordar? ¿deseas que tu novio no le importe? ¿o que no se entere?
—Muy bien pequeña... ¿desafiándome?
—¿Tampoco te acuerdas de que te estabas arrastrando para que te perdonara? ya te dije yo una vez que si tú querías jugar... yo iba a seguirte el juego... Además... tú te mueres por volver a besarme, Violeta... lo estás deseando.
—¿Y cómo sabes que lo estoy deseando como tú dices?
—Llevas mirándome los labios desde que me has traído aquí... sé que son muy kisseable.
Además, no creo que beses bien. Ni sabrás cómo es liarse en verdad.
—¿Me subestimas?—Se empezó a acercar a la pelirroja, dejándola así acorralada a escasos centímetros de su boca.—¿Me sigues subestimando?
—No tienes huevos a besarme, kiki...
—¿Que no?
—Hazlo.
Violeta lo estaba deseando. Ella no sabe ni el por qué, pero si. Quería un beso de la más pequeña.
Chiara estaba dudando... ¿tendría consecuencias? Pues para saberlo tenía que arriesgarse.
Ella empezó a acercarse poco a poco.
—Po- poco a yop- yopo...—Dijo violeta. Estaba nerviosa. No se iba a resistir a un beso de chiara.
Chiara estaba muy nerviosa. Lo iba a hacer...
Se acercó un poco más. Dejando sus manos en cada lado de las de violeta, así, acorralándola en aquella esquina. Sus labios estaban rozándose, violeta cada vez estaba más roja. No puede ser que se iba a besar con chiara.
Chiara también estaba nerviosa, pero no más que violeta. Chiara acercó un poco más la cara, dejando atrás esos centímetros que les separaban.
Violeta puso sus manos en la cintura de la ojiverde. Metiendo así, las manos dentro de la camiseta holgada que tan bien le quedaba a chiara. La ojiverde sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo. El tacto de la mano fría de violeta le volvió a la realidad. Estaba besando a su puta rival de la universidad. Pero el golpe de la realidad le duró poco. Estaba besándose con violeta. La pelinegra puso las manos en la cintura de la pelirroja. Y segundos después, violeta quitó las manos de la cintura de la más pequeña, y enredó sus dedos en el pelo de la guiri. Chiara se separó de aquel beso, pero violeta no se lo permitió. Pego otra vez sus caras. Y sin permiso, metió la lengua en la boca de chiara. Comenzando así, una guerra entre ambas lenguas. Aún que chiara le pilló desprevenida, ganó el control. Las manos de violeta cogió las de chiara, y las puso en los bolsillos traseros de su pantalón. Chiara dudó si dejar ahí las manos, y las dejó, apretando ahí un poco aquella zona, y con ese acto, la pelirroja soltó un leve gemido, y chiara sonrió en aquel beso. Apretó más fuerte, y violeta sentía que estaba apunto de caerse, así que chiara tuvo que pegarse a violeta, para que la pelirroja mantenga el equilibrio. Violeta agradeció esa ayuda, pero por otro lado, maldijo, debido a que ese roce con la pelinegra, le estaba matando.
Chiara estaba sorprendida. No sabía lo que causaba en la pelirroja. Y la pelirroja estaba sorprendida. Ella tampoco sabía lo que le causaba chiara.
Chiara dejó una leve mordida en el labio inferior, violeta soltó un suspiro. Y chiara se alejó. Demasiado por hoy. Ya ha podido demostrarle a violeta que besaba bien.
—Pues ya estaría. Y por cierto, estás más roja que tu pelo teñido, y eso es difícil.
—Eehm... ehm.—Ella no podía ni hablar. Estaba sorprendida. ¿Acaba de engañar a su novio?
Chiara salió del cubículo del baño antes de que violeta le dijese algo.
Fue por los pasillos, estaban vacíos. AHORA QUE NECESITO A GENTE, NO HAY NADIE—pensó chiara.
—OLIVER, VEN AHORA MISMO.—Soltó una violeta ¿enfadada?
—Hostias...—Salió pitando, con una violeta que le pisaba los talones. Hasta que salió de la universidad, y se fue corriendo hasta el callejón que estaba al lado. Donde le contó su mejor amiga ruslana, que se enrolló con naiara el día que lo alegraron.
Ella pensaba que violeta no le había seguido, pero se equivocó.
—Oliver...
—HOSTIAS. Coño violeta que fucking susto.
—Vamos a hablar.
—Prefiero no hacerlo, me vas a hacer la vida más imposible de lo que me la estás haciendo hace menos de 10 minutos.
Violeta se ruborizó.—Esto... esto no se lo digas a nadie.
—¿El que? ¿el que te ha gustado mi beso?
Violeta se ruborizó más.—Eso... e-eso no es ver-verdad...
—¿Ah no? si no te hubiera gustado... yo creo que me lo hubieras dicho, ¿no?
—Pues... pu-pues n-no, no me ha gustado, no se comparan con los besos de mi novio.
—Ah es verdad, "tu noviecito" pues dile a tu novio que te toque como yo lo he hecho, que poco más y te me desmayas con el mínimo roce mío.
—Los roces de mi novio hacen que me corra... los tuyos me dan asco. No sé cómo... como me he podido enrollar contigo. Me das asco.
El corazón de chiara se rompió. No se esperaba que violeta le dijera eso en toda su cara. Sintió sus ojos arder.
Violeta estaba sorprendida, no era consciente de la barbaridad que le acababa de soltar a chiara. Pero ella lo dijo solo... por ocultar lo que había sentido teniendo a chiara en sus labios. No podía aceptarlo. No podía.
—Bu-bueno, va-vale. Vete con tu puto novio, pero ya que ha pasado esto, no te vuelvas a acercar a mi, Violeta. Tú sigues con tu vida, y yo sigo con la mía. No nos hablamos en clase, no me hagas la vida imposible, y ya está, ¿vale? Adiós hódar.
—Chi-chiara... yo...
—Adiós violeta.—Dijo chiara mientras se fue corriendo a la universidad, sentía las lágrimas recorrer sus mejillas. No se lo podía creer. No podía creer el control que tenía violeta ahora en su vida. Le está volviendo loca...

¿pero no se odiaban?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora