Las mujeres son de venus y los hombres son de martes.

0 0 0
                                    

En una ocasión,

cuando estábamos tratando de salvar una relación,

la terapeuta nos aconsejó leer un libro titulado,

"Las mujeres son de venus y los hombres son de martes.",

es muy bueno,

lo recomiendo.

En resumida,

allí entendí que tanto los hombres como las mujeres,

tenemos naturalezas sentimentales diferentes,

los hombres como el dios griego apolo o marte,

tiene una naturaleza ruda,

fuerte, insensible,

que no demuestran abiertamente lo que sienten y ,

cuando lo demuestran es por un interés,

las mujeres por su lado,

son como rosas de cristal,

sensible,

detallistas, preciosas y perfectas en todos los sentidos,

así como venus o afrodita,

su belleza erradica en su gracia,

en su figura, en su feminidad.

Los hombres son tan cerrados,

que piensan que son martillos y todos los demás son clavos,

incluso la mujer que tiene a su lado,

no habla mucho,

y cuando hablan es lo esencial,

mayormente por algún interés.

Por otro lado,

la mujer,

es toda sensibilidad,

son de las que se toman los problemas d ellos demás como suyo,

son de las que escuchan una canción o ven una escena de una película y llora,

su naturaleza la lleva a preocuparse por su pareja,

como si el no fuera autosuficiente de resolver sus problemas,

desde que nacen,

son como una madre,

queriendo cuidar de todo a todos,

su sonrisa si es verdadera,

ilumina el mundo,

y aunque no se lo he dicho a nadie,

creo que la mujer,

es el ser más perfecto y adorable que Dios creo.

Ahora sabemos como son cada uno,

cuando no existe la madures suficiente,

el hombre olvida que el ser que decidió compartir su vida con él,

es una rosa hermosa y delicada,

la descuida,

la maltrata,

tal vez no física,

pero si verbalmente o psicológicamente,

al hacerle un desplante,

es como si un pétalo de esa hermosa rosa se desprendiera,

y a lo largo de la vida vive arrancándole pétalos,

y llega el momento en que esa hermosa y preciosa flor,

se marchita.

La mujer no entiende que el hombre es cerrado,

que para él,

todo es seguridad,

proveer,

que no falte nada,

odia que le digan que se equivoca porque él es el rudo,

para el todo lo que hace es perfecto,

así no lo sea,

pero odia que se lo recuerden.

La mujer por su necesidad de afecto,

trata de hacer que el hombre sea sensible,

y por otra parte,

el hombre quiere que la mujer sea más como el, aunque odie eso,

y es allí cuando comienzan las discordias,

el la rompe y ella lo desestabiliza,

el la trata como un objeto,

ella siente que no le presta la suficiente atención,

el después que logra su objetivo de tenerla a ella pierde el interés,

ella al estar con el y ver ese olvido siente que ha sido utilizad,

si sigo escribiendo creo que llenare todas las paginas de cosas como estas,

y esa no es mi intensión.

La intención es que entiendan que no son iguales,

no nacieron iguales,

su fisionomía no es la misma,

en lo absoluto nunca lo serán,

y allí está el secreto,

cuando decidimos amar y ser amados,

aceptamos de complementarnos,

la mujer es la parte delicada y sensible que le hace falta al hombre,

y el para ella se convierte en la seguridad en todos los sentidos,

será su pilar que la hará sentir que no le pasará nada,

y si le llega a pasar,

el será su punto de apoyo más fuerte,

serán un complemento del uno para el otro.

Nunca caigas en el dicho

"Así nací y nadie me cambiara"


Son únicos, no lo olviden.

Como Amar sin el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora