Dicen que los polos opuestos se gustan, pero y si los polos son iguales? Sera compatible? Eso pregúntale a Victoria después de el terrible error que cometió.
Llegamos al estacionamiento y a lo lejos Rafe abrió el auto con la llave. Era un camioneta negra muy bonita la verdad. Abrí la puerta del copiloto y me subí, Rafe no tardo mucho en subirse.
-Y bien... cual es la sorpresa?- dije apoyando mis manos en mis rodillas, Rafe seguía mis movimientos con su mirada.
-Como te había dicho...- se estiro hacia los asientos de atrás para buscar algo, su camisa se subió y no pude evitar mirar su abdomen...- Ten- me dio una caja y rápidamente desvié hacia sus ojos.
La caja era negra y estaba decorada con un moño rosa, definitivamente la caja no la decoro Rafe. Aunque me pareció extremadamente tierno. Lo mire con el ceño fruncido antes de abrir la caja.
Sabia que estaría un vestido en la caja pero me espere uno cualquiera. Al sacar la tapa un vestido rojo apareció en mi vista, lo mire sorprendida al ver lo hermoso que era. Era de una tela muy fina y eso me decía lo mucho que costaba, además tenia brillos en los tirantes
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-Rafe...-dije mirando el vestido perpleja.
-Te gusta?- pregunto impaciente.
-Me encanta!- dije un poco gritando con una sonrisa inmensa en mi cara, lo mire y no pude evitar no abrazarlo, asi que lo abrace. Increíblemente Rafe respondió el abrazo, abrazándome de la cintura, espero que no haya notado lo nerviosa que me había puesto su tacto.
-Enserio gracias, no era necesario- dije todavía abrazándolo, y al notar el tiempo que llevaba en sus brazos me separe lentamente un poco avergonzada.
-Era lo menos que podía hacer- dijo y arranco el auto, yo todavía sonreía mirando el vestido.
Lo mire y pude sentir mariposas en mi estomago, era increíble que el Rafe que estaba al lado mío portándose tan amable era el mismo que varias veces se porto como un hijo de puta conmigo y mis amigos. Y ahora estaba aquí, creándome sentimientos hacia el que nunca creí sentir. No entendía porque había cambiado tanto, pero a la vez tenia miedo de averiguarlo asi que decidí no preguntar.
El viaje fue silencioso pero no incomodo, y después de unos 10 minutos de manejar llegamos a mi casa. Mis padres todavía no habían llegado ya que su auto no estaba en el garaje.
-Bueno, gracias por traerme y gracias por el vestido- dije mientras me disponía a bajar.
-Se te olvida algo.
-El que?- pregunte un poco asustada, creyendo que iba a querer que haga con algo con el por lo del vestido y por haberme traído.
-Mi abrigo- dijo, y mi pánico desapareció.
-Ah si si- dije bajando del auto- esta en mi habitación, espérame ahi te lo traigo.
-Voy contigo- dijo y ya estaba caminando hacia la puerta.
